Iggy Azalea, como siempre, vive rodeada de éxito: después de años y años tratando de salir de gira, va a volverse a quedar con las ganas y conformarse con dar tres o cuatro conciertos de presentación de su último EP ‘Survive The Summer’.
El trabajo, que consiguió colarse al #ElCariñoDeTodaEstaGente en Billboard y listas de otros países, al menos le dejó la satisfacción de un single #99, ‘Kream’, con el que parecía que podría volver a ponerse las pilas de cara al público generalista. Pero claro, una cosa es una canción de éxito anecdótico y unos millones de streams en Spotify, y otra muy diferente es tener el appeal suficiente para llenar conciertos.
Y francamente, si no lo tenía cuando ‘Fancy’, menos lo va a tener ahora. Porque recordemos los hechos: la primera gira de Iggy Azalea, que jamás llegó a tener lugar, fue «pospuesta» por «problemas de producción», aunque la rapera insistía en que reubicaría las fechas. Jamás lo hizo, evidentemente, y con el ‘Bad Girls Tour’ parece que ocurrirá tres cuartos de lo mismo.
Ticketmaster anuncia ya la cancelación de prácticamente toda la gira, manteniendo apenas media docena de fechas aún sin cancelar, y habrá que ver si el paso de los días no las condena a la misma situación. El mapa de asientos del tour ofrecía un aspecto desolador, con conciertos en los que apenas se habían vendido un pequeño puñado de entradas, a sólo 20 días del arranque de la gira.
No es el primer tropiezo del ‘Bad Girls Tour’ en cualquier caso: hace unos días, una de las acompañantes de Iggy en el mismo, la rapera Cupcakke, anunciaba su bajada del carro, alegando que «la desorganización del tour» la había llevado a tomar la decisión, y que, sin ser culpa de Iggy Azalea, todo estaba siendo «una chapuza». Para colmo de males, el salario de la participante se había recortado a casi un 10% del total que se le había prometido.
Las cosas así, no pinta nada bien para Azalea, que realmente debería plantearse si lo suyo en el mundo de la música tiene alguna salida viable a estas alturas.
