Primer drama del pop de 2023 y empezamos fuerte: el primero en perder los nervios ha sido Bad Bunny, que ha lanzado el teléfono de una fan al agua tras acabar hasta la punta del ‘Titi‘ de ser perseguido. El problema realmente no ha sido, según ha indicado el artista en redes, que los fans lo siguieran, sino que esta muchacha en cuestión le pusiera el teléfono delante de la cara sin siquiera preguntarle:
“La persona que se acerque a mi a saludarme, a decirme algo, o solo conocerme, siempre recibirá mi atención y respeto. Los que vengan a ponerme un cabrón teléfono en la cara lo consideraré como lo que es, una falta de respeto y así mismo lo trataré yo.”
Claro, las redes han ardido en ejemplos de famosos -especialmente Rosalía, por algún motivo-, que no tienen problema en sacar paciencia del fondo de sus espíritus para atender a todo el que les pone una cámara delante. Y Benito, muchacho, no hubiera costado nada utilizar las palabras para decirle a la señora que no te pusiera el móvil delante de la cara. Pero se conoce que el conejo tenía que día torcido y en vez de hacer eso, agarró el teléfono y se dedicó al lanzamiento de disco.
¿Mal? Desde luego, pero también somos de la opinión de que, como fans, tenemos que entender que la gente famosa también tiene su espacio personal. No es la primera vez que celebrities hablan de como prefieren que los seguidores se acerquen a hablar, a pedirles algo -incluso la foto en cuestión- en vez de plantarles la cámara delante como monos de feria.
Ahora, Benito, igual también los anger issues hay que tratarlos con el psicólogo, que para esto te estará costando un ojo de la cara. Y no el que solías tener pintado, precisamente. Además, cuando publicaste el dúo con Anuel AA nadie te tiró un télefono encima… y aquello sí que era una mierda y una invasión del espacio personal de cualquiera.
Un poquito de diálogo. Talante, que diría Jose Luis Rodríguez Zapatero when she used to be popular.