Bien de dramas festivaleros en la última semana: a la caída, hace unos días, del Diversity Festival de Valencia, que tenía en cartel a gente como Christina Aguilera, HER o The Black Eyed Peas, se suma ahora la defunción del Puro Reggaetón Festival en Madrid. Aunque lo de estos últimos, a diferencia del valenciano, tiene aparentes motivos para caerse.
Y aquí es donde llega el buen mess, porque ha sido la Comunidad De Madrid la que le ha denegado el permiso al Festival, a apenas horas de su celebración y con más de 37k entradas vendidas. Según apuntan los organizadores, han recibido la noticia cuando ya tenían los escenarios y el sonido preparado para la celebración, sin margen de demasiado movimiento. El público se quedará sin ver a Daddy Yankee -cuando ha anunciado su retirada-, amén de a Natti Natasha, Bad Gyal o Gente De Zona, confirmados también en cartel.
¿Y por qué ha decidido la Comunidad echar el cierre a la historia? Pues porque alega que el recinto original donde debía ser celebrado el Festival era La Caja Mágica, con capacidad para 12,5k personas en el público. Pero al cambiar de recinto, de nuevo según lo que cuenta la Comunidad, el equipo del Puro Reggaeton Festival se retrasó en la petición de permisos hasta el día 11 de julio -hace apenas tres días-, cuando el plazo mínimo para hacerlo es de un mes.
El anuncio de cambio de sede se comunica hace apenas un par de días: es decir, sin que los organizadores conocieran la decisión de la Comunidad de Madrid. ¿Cuál es la versión de ellos, entonces, si todo pinta tan negro para justificarse? Pues bien, según los organizadores, el gobierno madrileño habría pedido más y más informes y documentación con el paso de los días, lo que había hecho que los plazo de entrega se retrasaran hasta el día 11.
Pero claro, aquí seguimos viendo un vacío legal: si Puro Reggaeton Festival no sabía si tendría los permisos para el cambio de sede, ¿por qué lo anuncia? Porque, teóricamente, son conocedores de la decisión al tiempo que el resto de medios y público, pero ya sabían que se estaban retrasando en plazos y que no tenían una respuesta. De modo que alegar que la negativa la han recibido con «sorpresa, estupor e indefensión» lo vemos un tanto exagerado: con sorpresa quizás, pero sinceramente… ya se veía venir.
Para colmo de males, el Festival ha borrado todo el contenido de su web, complicando a los compradores conocer la forma de conseguir de vuelta su dinero. Veremos cuánto más se estira este mess.
