Bienvenidos a una nueva sección de la web, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.
Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción «favorita» de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.
¡Preparad las pupilas, y arranquemos con el visionado!
El single, ‘En Mi Lado Del Sofá’
Como single de la reedición de ‘Guapa’, ‘Sofá’ tenía dos serias obligaciones: por un lado, la de seguir la estela del cambio de La Oreja De Van Gogh -que habían arriesgado algo más en este disco y se habían separado de sonidos de antaño-, y por otro, tenían que recuperar una base de fans que todavía miraba al grupo con recelo después de que eligieran ‘Perdida’ como tercer single del proyecto.
Por tanto, ‘Sofá’ se queda en el punto intermedio de ambos objetivos y nos deja un single de La Oreja que, si bien no puede sonar más a ellos en su estribillo y versos, tiene una producción que navega entre el rock latino y Fórmula Quinta que tiende a ser algo desconcertante a ratos. Por otro lado, ¿es ‘Sofá’ un tema alegre o un melodrama? En ese sentido es muy clásico de La Oreja, puesto que uno está un poco así durante sus más de 3 minutos de duración:
El momento más La Oreja
Evidentemente, el momento más La Oreja sería ese totalmente inconexo arranque de película Disney que tiene la canción, pero como en esta sección vamos a hablar de letras, nos quedamos con lo siguiente:
Te esperaré, mi pena contenida la conoces bien,
tan bien que si me dejas moriré de pie.
No lloraré tu ausencia, sólo esperaré
y te daré mi vida entera.
Bien, partiendo de la base de que EMEIE le está cantando el tema a una persona que ya se ha marchado, de ahí que ella espere en su lado del sofá, la pregunta que nos viene a la cabeza es: ¿cómo es posible que siga con vida, si afirma que si la deja morirá de pie? Que además, vaya forma más complicada de morir, querida EMEIE, teniendo en cuenta que estás hablando durante todo el tema de estar sentada en un sofá. Eso ya es obsesión y testarudez: «¿que me dejas? pues mira, me levanto del sofá y muero de pie. Que se jodan los del CSI». Hombre, pues no mujer, porque qué grima ver un cadáver, ahí, tieso en medio del salón. Está feo morir así.
Luego afirma que no llorará tu ausencia. No claro, estás muerta de pie, como para ponerte a llorar después. Haber llorado en vida, muchacha. Ahora es demasiado tarde, princesa, que diría Sabina.
Así era su vídeo
El vídeo era un despliegue Orejil sin precedentes, lo tenía todo: lectura literal de la canción, con un sofá plantado en mitad del vídeo para que EMEIE pueda interactuar con él; y por supuesto, una buena dosis de croma, para no perder las buenas costumbres. De hecho, durante el visionado, hemos llegado a plantearnos si no es realmente el sofá lo único que tenían durante la grabación del clip. Es decir, ¿no estará EMEIE recreada por ordenador también, como el resto de mobiliario? ¿Quién nos dice que no es así? ¿No tiene un efecto un poco de ‘Los Sims’ en el pelo? Si os fijáis bien, incluso creemos haber visto un rombo verde sobre su cabeza en algunos momentos.
Por cierto, ¿quién demonios se planta un gorro de lana en la cabeza para esperar a alguien sentada en un sofá? Con cuatro álbumes en el mercado, creemos que a La Oreja ya le daba para un poco de calefacción en el croma.
El Pupilómetro
Si bien ‘Sofá’ es más clásico de La Oreja que algunos otros temas de la época, lo cierto es que es una composición bastante simplona y menos enrevesada que alguno de sus singles previos y posteriores, con lo que nos deja la pupila a medio dilatar. En esta ocasión, esta es la cantidad que el pupilómetro le asigna: 
