Atención, Mónica Naranjo ha vuelto. Y como ya sabréis, ahora tiene una amistad de temporada con Nebulossa, de esas amistades que le duran a Mónica Naranjo lo que le dure el atrapasueños que ha colocado encima de la cómoda. Pero mientras dure, pues Mónica se apaña al sonido de turno de su BFF. ¿Que es Asier Etxeandía? Pues épica chunda-chunda. ¿Que Maese Herrero? Pues Ópera-Rock. ¿Que los del Locobongo? Pues versiona una horterada de Eurovisión. ¿Que Nebulossa? Pues se pone popera.
La buena noticia es que, parafraseando a Anna de Frozen, por primera vez en años Mónica Naranjo ha compuesto y publicado una canción con estructura. Con estribillo, versos, puente, con alguna parte que el público puede identificar como hook central. Sí, asusta al principio porque Dios salve a Mónica de convencer a su fandom de toda la vida en unos pocos segundos, pero se los va ganando con el paso de los compases.
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Por Un Like habla, paradójicamente, de adaptar la identidad de uno a cambio de la aprobación del resto —tócate los Ain’t It Better Like Thises—, mientras nos devuelve a una Mónica Naranjo que también creíamos perdida. La Mónica Naranjo logopeda. La Mónica Naranjo que tiene una dicción que parece, en cada frase, propinar una colleja a Belén Aguilera. La Mónica Naranjo que dice “soletat” y “humanitat”. Énfasis en la última “t”, que hemos visto escopetas de perdigones más silenciosas que ella.
Con un vídeo espectacular, for the girls and the gays sin mayor intención que la de salir guapa y SECSI, Mónica se lanza a la caza de su target de toda la vida —el 80% que perdió en 2009 y el 20% que resistía tras Mimetika—, a través de servir face card, tener el ansia de la jufentut y sobre todo la de reconocer la puta realitat: que seguir haciendo what-she-called-rock no la iba a llevar a ningún sitio.
Eso sí, arranca con una mentira, porque dice que “no era MoNa“. Ella siempre fue MoNa igual que Camila Cabello siempre fue CaCa. Que no os líe.
Será tu rollo si: tienes los botes de popper ordenador por color y tamaño; sigues viendo especiales de Mary Kondo en Netflix; tienes una gafas MŌ.
