Pink acaba de publicar su nuevo álbum, ‘Trustfall‘, que es el lanzamiento más complicado de su carrera tras la debacle comercial de su antecesor, ‘Hurts 2B Human’ y el poco impacto -salvo en UK, donde salva los muebles- de sus primeros singles.
Las cosas así, parece que la promo del álbum se está centrando en su batallita con Christina Aguilera en ‘Lady Marmalade‘ hace más de veinte años (!). En parte porque la prensa se lo pregunta, en parte porque la cantante detalla nuevas memeces sobre el asunto cada vez que lo hacen. Y parece haberse dado cuenta de que la estrategia no le está saliendo muy bien, según el comunicado que ha compartido en redes sociales:
“Estoy muy triste y decepcionada con la narrativa que rodea a parte de la prensa que estoy haciendo para mi álbum ‘Trustfall’. Mientras algo de responsabilidad recae sobre mí y mi incapacidad de mentir -y mi habilidad única para contar demasiado- mi verdadera decepción llega con el hecho de que el arte no puede se rnunca el foco real cuando eres una mujer. El hecho de que haya creado uno de mis álbumes más bonitos (…) y que la única pregunta que me hagan una y otra vez sea sobre una batallita tonta de hace veinte años.
Me hago responsable también -estoy oxidada con lo de batallar con la mierda que nos lanzan a las mujeres trabajadoras-. Hablo demasiado. Pero nunca he mentiro. Y por cada una o o dos mujeres con las que he tenido algún problema hay cientos que he alabado, amado y apoyado. Pero no hablamos de eso.
Me pregunto cuál fue la última vez que Bradley Cooper o Robert Deniro fueron preguntados en una entrevista sobre alguna pelea que hayan tenido. ¿Christian Bale? Nos quedamos con su arte, ¿no? Me gustaría tener la misma oportunidad. (…)
A Christina, ya sabes en qué punto estamos. Lo hemos resuelto. Por mucho más éxito. Y gracias a todos por escucharme y por 25 años de amor y apoyo.”
En líneas generales, no vamos a negarle que tenga razón; podríamos estar hablando de ‘Trustfall‘ en vez de de ‘Lady Marmalade‘. Pero hay matices en las declaraciones de Pink. El primer y más importante, que el peso mayor de responsabilidad no recae en los medios sino en ella. Ella es la que cada entrevista habla de Christina -con lo fácil que sería cortar el tema con un “madre mía, pero eso pasó hace veinte años, estamos fenomenal ahora” o similares-; pero no solo de ella: en los últimos días también ha hablado de su mala relación con Madonna.
Dice Pink que claro, que está “oxidada” y ha picado en los trucos de la prensa. Amor, por favor. Llevas 23 años en activo como para decir esa chorrada. Sin grandes épocas lejos del foco de la prensa: maneja perfectamente los titulares. Lo ha hecho siempre. Manejar los titulares y dar entrevistas en las que criticaba a esta o aquella. Tampoco es algo nuevo en Pink.
También que a Bradley Cooper, Robert Deniro y Christian Bale no les preguntan por movidas personales. Cierto. Tampoco a Jennifer Coolidge, Michelle Yeoh o Cate Blanchett. Pero en el mundo de la música sí le han preguntado por batallitas a Drake, a Liam Gallagher, Chris Brown, Jason Derulo, Justin Bieber, Prince, Kanye West o Michael Jackson. Por poner algunos ejemplos. Entonces tampoco saquemos esta carta ahora a relucir.
Quedémonos, al menos, con que también se ha responsable de sus declaraciones. A ver lo que le dura.