El padre de Britney Spears abre la puerta a la libertad de su hija de una bendita vez y tras 13 años de tutoría legal. Jamie Spears controla las finanzas de su hija desde 2008 y estas le han aportado, además de un salario mensual de nada menos que 16.000 euros, bastantes lujos extra aprovechando esto o aquello. Ahora, con el proceso de liberación de Britney pendiente de resolución en los juzgados, y tras la pública exposición de la artista de los problemas que venía teniendo con su familia, parece que ha decidido abandonar su papel de tutor.
Lo hará eso sí, sólo si la juez así lo considera oportuno: es decir, que Jamie Spears no ha renunciado a su papel de tutor, sino que se ha mostrado de acuerdo con que si la decisión de la juez así lo indica, lo hará. De hecho, el comunicado de su abogado afirma que el vago mayor de Estados Unidos dejaría la tutela una vez “se resuelvan varios asuntos pendientes en los tribunales”. Es decir, que podría ir para largo a pesar de toda la supuesta “buena voluntad”.
De hecho, Jamie Spears también aclara que “no ve motivos reales para suspender la tutela o apartarlo de ella” y que sólo habría dado este paso para zanjar la batalla pública con su hija. Que visto el comportamiento de la hermana de Britney Spears, Jamie Lynn, parece que es lo único que les preocupa: su mala imagen de cara al público. Porque tras la presencia de Britney frente a la juez, donde la artista indicó que “toda su familia debería estar en la cárcel”, la imagen de la hermana, madre y padre de Spears ha quedado completamente enfangada.
Eso sí, el abogado de la reputada perfumóloga, actriz de ‘Crossroads’ y co-autora de clásicos como ‘I’ve Just Begun (Havin’ My Fun)’ ha confirmado que los procesos abiertos contra el padre seguirán adelante:
“Continuaremos con la investigación sobre el Sr. Spears respecto a sus actos en los últimos 13 años, durante los cuales se hizo con millones de dólares que eran parte de los ingresos de su hija. Esperemos tener una declaración jurada del Sr. Spears en poco tiempo.”
Un paso más para la liberación de Britney, un paso más para dejar a sus familiares como lo que siempre fueron: unos chupasangres.
