El modelo y actor de comedias involuntarias Jon Kortajarena ha sido noticia en las últimas horas por pedir una tortilla. Se conoce que el muchacho no tenía sartenes a mano, sólo un par de cazos, y no pudo hacerse él mismo la tortilla. Y eso que de huevos iba sobrao, porque menudos huevos hay que tener para, en mitad de una pandemia, tener la urgencia de pedir una tortilla a través de Glovo y ponerse de esta guisa con su community manager cuando descubre que no llega:
“Ojalá algún día tenga usted ganas de tortilla y jueguen con sus sentimientos”. Una frase que, salvo que sea una Vanesa Martín, está complicado que de para tanto, porque no sé, quedarnos sin tortilla tampoco va a implicar que nos replanteemos el futuro, se nos venga el mundo encima o tengamos un bajón de autoestima.
Pero oye, que nos ha dado un poco de vida toda esta historia: no en sí porque Kortajarena haya tenido la idea de escribir a Glovo preguntando insistentemente por la bendita tortilla, sino porque en algún momento, por esa pequeña cabecita tan poblada de pelo que tiene, se le haya pasado la idea de que compartir esto le iba a dar un baño de popularidad. “Wow, va a ser recibido con enorme entusiasmo”, nos imaginamos que le dijo el cerebro antes de pulsar “intro”.
Evidentemente no, y ha sido cuestión de tiempo que Twitter e Instagram se le echaran encima. Pero el giro argumental ha llegado poco después, cuando uno de nuestros personajes de ficción favoritos, Óscar Tarruella, ha entrado en escena. El otrora manager y exmarido de Mònique Nijeraux ha comentado lo siguiente en el post de Twitter en el que Jon Kortajarena ha hecho un vaguísimo amago de disculparse:
Uuuh. Teniendo en cuenta que este señor ha llevado a Mònique, Angy, Edurne y Roko, suponemos que se referirá a Roko, a quién Kortajarena llamaría para que fuera a su cumpleaños a imitar a Adele. Segurísimo que fue a Roko. De hecho, la llamó porque el modelo y amante de la tortilla era fiel seguidor del smash televisivo ‘Vive Cantando’.
De verdad nos cuesta trabajo entender por qué Mónic…Roko no quiso viajar hasta Nueva York para cantar gratis en el cumpleaños, cuando de hecho podría haberle acercado incluso una tortilla al muchacho y haber matado dos pájaros de un tiro. Y entrar cantando “que la tortilla es graaaande y Eurooooopa”. Ay calla, que esa no es de Roko, que era la contratada en cuestión. Es que es fácil confundir discografías.
Que oye, lo mismo llamó a Edurne, porque como es modelo, puede que su intención fuera pasar el cumpleaños con el PH de la piel a punto.
