Los chicos de ‘Operación Triunfo’ dan forma a una de las mejores galas del programa hasta la fecha, sino a la mejor, cuando el programa recibe la visita de la eurovisiva Pastora Soler, en el momento en el que les comunican que el representante de Eurovisión saldrá del programa. Y claro, el momento fue para un “grábales las caras, Juan”.
Aparte de eso, séptima expulsión en el concurso, Amaia recuperó el trono de favorita después de un par de semanas de prestárselo a Alfred y dos nuevos nominados en la palesta: Cepeda y Mireya, sin que sepamos muy bien qué hacía esta segunda ahí. El jurado volvió a hacer el ridículo con deliberaciones que poco o nada tenían que ver con la gala que habíamos visto, y que responden, una vez más, al listado de expulsados pre-final que tienen entre las manos. Miriam, Roi, Raoul y Ana van a empezar a caer ahora pase lo que pase.
Los nominados
El voto de ayer estuvo muy igualado, a pesar de que Ricky, el mayor de la edición, se enfrentara a un concursante que había aparecido en dos ocasiones entre los 3 favoritos. Y es normal que las cosas estuvieran igualadas y que Cepeda se terminara salvando por los pelos con un 53% de los votos, y no con más ventaja: anoche Ricky lo devoró sobre ese escenario. Lo hizo trizas arrancando con ‘Let Me Entertain You’ y poniendo toda la carne en el asador. Fue un número súper teatral, controladamente gamberro, y el número de despedida perfecto. Mientras tanto, Cepeda salía a actuar con su camiseta de siempre, su cara de almeja de siempre y una interpretación correcta de ‘Quién’ de Pablo Alborán. Que puede cantar estupendamente, que tiene muchísimo gusto al hacerlo, pero es mirarle a la cara y no ver más que un agujero negro de emociones.
La mejor actuación de la noche
Al igual que en la semana de nominación de Mimi -contra Ricky, de hecho- aceptamos que la suya había sido no sólo mejor actuación, sino la mejor de la noche, es de justicia decir que esta semana, Ricky ha estado muy por encima del resto de concursantes. Vocalmente, de acuerdo, los hay que le dan mil vueltas sin apenas pestañear, pero esto no es ‘La Voz’, y si algo tenía Ricky que les falte al resto, tal y como indicó Mónica Naranjo, es pisar un escenario como un escenario, y no como el salón de su casa. Necesitamos un chute de carisma en prácticamente todos ellos, especialmente ahora que sabemos que uno de ellos acabará en Eurovisión. A pesar del final, donde Merino terminó diciendo “let mi entretenkiu” constantemente -en un golpe muy “la noche es pata mí”-, su actuación fue de lejos la más espectacular y triunfal de la noche.
La peor actuación de la noche
Jamás pensamos en acabar diciendo esto, pero sus ensayos ya hacían ver que el ‘So What’ de Amaia no iba a salir muy bien parado. Es cierto que es la peor actuación de la noche sin llegar a ser, en absoluto catastrófica, porque Amaia salvó los muebles con una puesta en escena divertida y sexy y una actitud fantástica.
Sin embargo, vocalmente estuvo muy fatigada, o bien el tono de la canción le quedaba muy arriba -llegó a la segunda mitad prácticamente sin potencia-, o bien la coreografía era excesiva en un tema que apenas permitía a la cantante respirar.
La verdad es que el resultado fue algo decepcionante, y quien diga que Amaia no estaba anoche fuera de su zona de confort y que lo hizo tan bien como en cualquier otra gala, está cegado por el fanatismo que la artista provoca: ella no deja de ser maravillosa, pero ayer tenía que haber terminado en la palestra.
Nuestro scoreboard
El resto de actuaciones
Analicemos ya, brevemente, cómo ha sido el paso por la gala del resto de concursantes:
- Nerea tuvo la oportunidad de lucirse más, y aunque es indudable que vocalmente estuvo estupenda, se la vio absolutamente primeriza y engullida por la canción de Soler. Le faltó experiencia y le faltó hacerse con las riendas del tema en vez de pasar por encima por él. Aún así, como decimos, se lució vocalmente y vivió el momento con emoción. El estilismo, por favor, ¿podemos hacer algo al respecto?
- Miriam se hizo bastante bien con ‘Que Te Quería’ de La Quinta Estación, posiblemente ayudada en que Natalia Jiménez y ella cumplen un poco el mismo perfil de intérprete. Hubiera sido más disfrutable si controlara mejor un vibrato que a veces resulta algo cargante.
- Alfred y Agoney se perdieron en una puesta en escena de crucero por el Mediterráneo: poco podían hacer con una canción que iba siempre a sonar a tributo y que quedó antigua en todos los sentidos. ¿Podemos empezar a hablar de lo poco que aporta Alfred en las galas como cantante, y el interés que puede tener a posteriori? Es un caso muy Vega, Mai Meneses o Virginia Maestro.
- Cuántisimo tiene Raoul que agradecerle a Aitana esta semana en ‘Let Me Love You’: se libró, inexplicablemente, de una nominación que incluso él consideraba segura, pero es que el dúo se salvó con la actitud e interpretación de ella, que cargó con el peso de ambos saliendo ilesa.
- Entendemos que lo de anoche de Roi con ‘La Llamada’ era una actuación para generar amor u odio: hubo opiniones enfrentadas en redes sociales, pero nosotros caímos en la red de su forma de interpretarla. Otra de las nominaciones más ridículas de la noche, a nuestro parecer. El cantante fue de menos a más.
- Ana Guerra y Mireya tampoco merecían la nominación. Ninguna de las dos, pero especialmente no la segunda, que lo hizo mejor que la primera, y eso que aquí somos muy Bikiners. La cuestión es que, tampoco vamos a negar lo evidente, su actuación por Rozalén terminó muy eclipsada por el resto, fuera por lo bueno o malo de las demás actuaciones. Ellas fueron lo más mediocre de la gala.