Quinta semana ya del nuevo ‘OT’, con una gala de expulsiones y elecciones de canciones más LGTB imposible: desde Lady Gaga a ‘Dirty Dancing‘, de La Casa Azul a Christina Aguilera pasando por Conchita Wurst. No era de extrañar que, en medio de tanto despliegue de barroquismo, la noticia de la noche fuera finalmente el beso de Marina y su novio, transexual, en la noche de la televisión pública. Que, posiblemente, de no tener de normal un tufillo tan a polilla, no hubiera sido tan comentado.
En fin, enhorabuena al formato por seguir mostrando una cara de la juventud tan necesaria en televisión, y por alegrarnos la noche de los lunes, al menos hasta que su ineptísimo y nada televisivo jurado abre la boca.
Los nominados
El 63% de los votantes prefirió a Mireya por encima de Marina. Y la verdad, después de ver las actuaciones de ambas, la elección nos pareció del todo normal: mientras Marina firmó una actuación correcta, algo plana, y habiendo corrido el riesgo de elegir un baladón que es complicado de interpretar en condiciones, la versión de ‘Cuando Nadie Me Ve’ le quedaba a Mireya como un auténtico guante, y claro, se pudo lucir más.
Y eso que la concursante afirmaba haber elegido la canción porque una vez le hicieron cantar un trozo en redes sociales y quedó satisfecha, aunque no la conocía bien del todo. La estrategia surtió efecto y su interpretación fue expresiva, emocionante, y posiblemente el mejor momento de la muchacha por el concurso hasta hoy.
La mejor actuación de la noche
Mireya nos pareció fantástica, pero sin duda, la que se marchó de aquella gala habiendo dado un puñetazo sobre la mesa que retumbó hasta en México, fue Ana Guerra. Parece mentira que fuera una de las alumnas más discutidas hace unas semanas, cuando la gala de anoche se la llevó de cabeza: ya en el arranque, durante la performance conjunta de ‘La Revolución Sexual’, sus pasos de baile y su actitud al frente del grupo le dieron bastante brillo, pero su llegada en solitario a escena terminó de redondear su noche.
Interpretando ‘La Bikina’, una ranchera que no conocía a principios de semana, la muchacha derrochó, voz, actitud y carisma rodeada de bailarinas. Era el número más difícil de la noche junto con el de Aitalfred, pero consiguió marcarse un gol.
La peor actuación de la noche
Muchos nos odiaréis por esto, pero Alfred de nuevo se marcó una performance cutrísima. Si la semana pasada criticábamos que se pasara imitando, esta semana se ha pasado con la función de fin de curso. Los profesores dijeron que habían estado muy entusiastas con su actuación, pero el entusiasmo no le restaba toque de verbena a todo el asunto. Y Aitana aún disfrutó un poco más, pero Alfred, que siguió bailando como Britney Spears montada en un pato mareado en 2008, a causa de Dios sabe qué consumo de drogas, arrastró todo a un resultado pobre.
El único motivo de que la pareja se salvara de la nominación, o al menos de que lo hiciera él, es que el jurado no es tonto. Llevará las frases aprendidas desde 2011, y un listado de nombres encima, pero tonto no es, y sabe muy bien a quién quitarse de encima por el bien del formato. Para consuelo de la pareja, es evidente que ‘El Mismo Sol’ es otro de esos temas que funcionan como bop, pero son indefendibles en un talent.
El scoreboard
El resto de actuaciones
Analicemos ya, brevemente, cómo ha sido el paso por la gala del resto de concursantes:
- Raoul estuvo a punto de dar la campanada a lo Ana Guerra, pero se quedó fuera del tono original que había preparado y ‘Million Reasons’ no lució tanto como en los ensayos. Aún así, fue de lo mejor de la noche.
- Roi y Amaia también se lucieron con ‘Shape Of You’, aunque las cosas como son, el inglés fue un poco de Opening y el dúo desnudo la canción en exceso. Perfecto que tocarán instrumentos, pero no les hubiera sobrado una banda.
- Ricky y Nerea tenían otro papelón: ya no era un «tambor, tambor», pero el tufillo hortera no se lo quitaba nadie a ‘The Time Of My Life’. A pesar de todo, de nuevo vimos a Ricky mejor que a su compañera, aunque a ambos les faltó chicha y les sobró lentejuela.
- Agoney se cargó la canción que podría haber marcado su «momento», y los problemas de voz y de sonido -ya está bien a este respecto, que en todas las galas terminan quitándose el pinganillo los pobres- no permitieron que se luciera con ‘Rise Like A Phoenix’.
- Miriam y Cepeda lo tenían tan a huevo con ‘Estoy Hecho De Pedacitos De Ti’, que el resultado fue bastante pobre, especialmente para él, que parecía estar en un karaoke.
