Nicki Minaj fue detenida en el aeropuerto de Amsterdam anoche. La historia es bastante simple, aunque a ella le ha dado por retorcerla hasta límites insospechados y es lo que finalmente la ha convertido en interesante. Los datos son los siguientes: la rapera viajaba con cigarrillos de mariahuana en el equipaje. En Países Bajos es legal poseer hasta 5 gramos, pero lo que no es legal es cruzar las aduanas con ese material. Que es exactamente lo que hizo el equipo de Nicki Minaj cuando pretendía viajar a Reino Unido para su show en Manchester.
Y aquí empieza la historia de fantasía: Nicki Minaj inicia un directo cuando está siendo detenida. En el mismo, se niega inicialmente a cooperar con la policía exigiéndoles un abogado, aunque le insistan en que tendrá uno en cuanto llegue a comisaría. Sigue grabando mientras le aseguran que está detenida por posesión de drogas y ella responde en redes que no dio permiso para que nadie cogiera sus maletas. Sí, amor, para sorpresa de nadie, en el mundo real las maletas las revisan sin tu permiso. Yo cuando cojo mi Volotea a la Costa Brava tampoco le firmo un permiso explícito a la señora Aena que insiste en preguntarme si esos slips que observa son blancos por el algodón o es que están hechos completamente de cocaína.
Total, que finalmente accede a subirse al furgón policia y es custodiada hasta comisaría, donde se la retiene, cuenta ella, durante 5 o 6 horas. ¿Con qué objetivo? ¿El de comprobar el tema de las drogas? No, amigas: ¡el de que boicotear su gira! Nicki está convencida de que todo esto ha ocurrido porque una mano negra ha decidido que tenía que suspender su tour.
Al retrasarse su llegada a Manchester, la rapera no ha podido ofrecer el concierto en la ciudad, porque aún habiendo llegado a tiempo, la duración del show excedería el horario legal del recinto, aunque ella agradece que se hubieran ofrecido a extenderla durante media hora extra que no estaba contemplada. Aún y con esas, era inviable. Pues bien, la mano negra de Nicki -digamos Junior Miguez, envidioso como solo Mala Rodríguez podría estarlo de él en el 2001-, consiguió su objetivo según la rapera ha hecho saber en Twitter:
“Barbz, estoy en el hotel en Manchester, llegué hace poco más de una hora. Después de estar sentada en una celda durante 5-6 horas, mi avión aún no despegó en otros 20 minutos una vez ya estaba dentro. Es por eso que tuvieron que hacer el show de baile porque sabían que todavía encontraría una manera de hacer el show, incluso si se redujera a 90 minutos en el recinto, que habría sido hasta 23:30. El recinto estaba dispuesto a seguir más allá de las 23.00. Y les estoy muy agradecida por eso.
Así que tuvieron éxito en su plan de no dejarme subir al escenario esta noche. Tuve exito en llegar a la raiz de todo grabandolos y publicando todo en tiempo real. Tengo taaaaantas pruebas en video. No lo creeríais si os lo contara.
Por favor, por favor, por favor aceptad mis más profundas y sinceras disculpas. Seguro que sabían exactamente cómo hacerme daño hoy, pero esto también pasará. Han estado haciendo esto una y otra vez y he intentado con todas mis fuerzas no hablar de ello porque os merecéis lo mejor. Odio involucrarlos en cualquier cosa que no sea sólo con fines de entretenimiento.”
Como veis, el objetivo de alguien en el mundo de la música es boicotear la gira de Nicki Minaj, que está realizándose desde marzo sin absolutamente ninguna incidencia en Estados Unidos y Canadá. Pero ha sido pisar Europa y la mano negra ha atacado, claro. El plan de la mano negra siempre fue boicotear la gira en su 37ª fecha. Porque si lo pensáis, 3 más 7 es igual a 10. Diez son los dedos de una mano y los dedos de los pies. Pies como el de ‘Big Foot’, el diss track que Nicki Minaj le dedicó a Megan Thee Stallion.
Creo que esto es prueba más que suficiente como para que se la condene en el juzgado de La Haya. La ciudad, no el árbol. El asunto ha dado vídeos maravillosos que os dejamos a continuación, como el de Nicki detenida, la reacción del público en Manchester al cancelarse el show, o el de la rapera desde el balcón del hotel, gritando como una verdulera: “¡Tengo otro show en Manchester en cinco días!”. Ya, vida, pero esa gente tenía entrada para ayer.
Una fantasía.