Luis Fonsi está de vuelta con un nuevo número de reguetón romanticón de los suyos, evidentemente apoyado por el rapero de moda de turno, del que en esta ocasión ejerce Ozuna. Es el cuarto single post-revival de Fonsi y empezamos a estar preocupados: ¿es el momento de que el portorriqueño se replantee lo que está haciendo o le ponga algún tipo de dirección a su TomTom musical?
Es decir, fuimos los primeros -es un decir- en apuntar que ‘Despacito’ era un auténtico smash, los primeros en reconocer que ‘Échame La Culpa’ era un bop, pero después, todo ha ido cuesta abajo y sin frenos, porque esta fórmula de colaboración y smash fresquito despreocupado sólo funciona cuando las canciones son redondas.
Y ahí entró el juego la muy chapucera ‘Calypso’, junto a Stefflon Don, que sólo funcionó medianamente tras ser incluida en todo playlist viable -y aún así se ha quedado en la quinta parte de escuchas de su predecesora- y ahora este ‘Imposible’ junto a Ozuna. Que sí, reconocemos que no es tan chapucera, reconocemos que tiene un objetivo bastante más claro, pero es tan predecible, tan básica, que empieza a colocar a Fonsi al borde del abismo de la desesperación.
Es decir, ¿es esto lo que le queda, marcarse números reguetón de aquí en adelante en colaboración con alguien más de moda que él esperando a que suene la flauta? ¿Vamos a tener que comernos 20 canciones más del estilo, con sus resultados a la baja? Y os preguntaréis qué es lo que esperamos que haga Fonsi entonces.
Básicamente diseñar un proyecto para sí mismo, sea el que sea: no cuesta mucho ver, atendiendo al setlist de su última gira, que a Fonsi el clubbing le gusta para un rato, y nos empieza a dar la sensación de que el de esta era se le está empezando a hacer largo. ¿Qué tal un tema, en solitario, con un registro más cómodo y elaborado -sea del estilo que sea, no tiene por qué no ser reguetón-, que confirme si ‘Despacito’ sirvió realmente para algo?
Por ahora, lo que vemos es una canción sin mucha chispa que van a sostener los fans de Ozuna. Si es que la sostienen.