Belén Aguilera sigue en su modo ravera contenida. Bases chunda-chunda, pero sin venirse arriba, porque acaba una pareciendo Rebeca ‘Duro De Pelar’ en vez de venderse como la Charli XCX patria. De modo que el espíritu de club a las cuatro de la mañana acaba metido en una coctelera de nuevo con el drum&bass y una base pop que nos siga recordando que, detrás de las capas -y capas, y capas…- de producción de este nueva etapa, sigue habiendo una compositora de melodías estupenda.
El tema no va incluido en ‘Metanoia‘, su último EP que salió disparado al #15 de álbumes tras su lanzamiento físico en formato vinilo, pero bien podría haber ido. Y es que el trabajo debía servir como escala entre Belenes, digamos, pero al final podría haber quedado en álbum considerando los lanzamientos que lo rodean. La temática, estética y sonido no difieren tanto.
‘Mr Hyde’ es otra de esas canciones en las que Aguilera explica que tiene un pie en la chica rebelde y uno en la responsable, Está sentada al fondo de la clase, pero está cogiendo apuntes. No recicla el aceite, pero lo fabrica ella misma en casa con los restos de las pelucas efecto-mojado de su hermana Christina. Es mala, pero maja. Como estás chonis de ceja fina tatuada que luego resultaban tener gran corazón. Pues cambiemos la ceja por una base drum&bass.
Eso sí, alguien debería tener un poco más de ojo a la hora de no sobreproducir -y por ese alguien nos referimos esta vez a sí misma, que aparece acreditada como co-productora de la canción-: tras el estribillo, ‘Mr. Hyde’ parece estar llamando al Dr. Jekyll a través de un móvil de 1997. No se entiende absolutamente nada entre tanta distorsión y machaqueo. Él pobre Hyde pudo decir “me encuentro mal, me he transformado y necesito ayuda” y el Dr. Yekyll entendío: “vengo a nadar, tengo un helado y necesito uvas”.
Y llegaría al laboratorio con una cesta de Cespri y un Ben & Jerrys. No es serio. Pero en el fondo, es todo muy Belén Aguilera.
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Será tu rollo si: te has tomado una aspirina y ya no vas al cole, no estás en absoluto de acuerdo con Aitana y Ana Guerra cuando decían “yo no quiero nada malo, no, no, no”, te apetece bailar pero en plan meme.