Morat y Beret recuperan los tiempos de la tuna en ‘Porfa No Te Vayas’

Morat y Beret recuperan los tiempos de la tuna en ‘Porfa No Te Vayas’

Sí, sabemos lo que estáis pensando. ‘Porfa No Te Vayas’. ‘Porfa’. En qué momento estamos a punto de prepararnos un Cacaolat y sentarnos a ver si los deberes de mates los tenemos hechos realmente o nos falta algún problema que resolver. Nos falta, ya os decimos nosotros que os falta, porque el nuevo vídeo de Morat tiene a Beret como invitado, y no hay forma humana de despejar la equis en esa ecuación. Porque esto no es un remix al que él haya saltado, es que ya estaba ahí desde el inicio. Y por mucho que los fans de los colombianos pretendan, la equis hay es indespejable. Y puede que equivalga a cero, pero nos hemos quedado sin Cacaolat como para poder seguir probando.

Cómo serán las cosas que hasta el Chico Del Peto del grupo le ha dejado el peto a otro componente porque él no tenía intención alguna de venirse arriba con todo esto. En esta ocasión, él ha ido ahí a tocar y a cumplir con las horas, pero no le pidas más. No le pidas que sueñe contigo, no le des los besos de otro amor. Morat y Beret se han plantado delante de la casita prefabricada de una muchacha a hacer de la tuna, y de la tuna van a hacer.

Y cambian ‘Clavelitos’ por ‘Porfa No Te Vayas’, que de primeras es bastante más llevadera como himno a escuchar a través de la ventana. Pero cuando uno cree estar en terreno conocido y seguro -y bastante inofensivo-, aparece la voz de Beret, los espejos de toda la casa de rompen provocando unos 1.753 años de mala suerte, y los bebés del barrio comienzan a llorar todos al tiempo. Nada los calma. Ni cuando vuelve a entrar a cantar Morat, porque los bebés se cagarán encima pero no son idiotas, y saben que la voz del invitado volverá.

La muchacha del vídeo se da prisa en preparar la maleta. Se le habrá pasado por la cabeza tirársela a través de la ventana, a ver si acertaba en el tuno correcto, pero no lo hizo por miedo a equivocarse y darle al del peto, que no tiene culpa el pobre. Está de bajona, y es normal: hubiéramos preferido que Morat, solos, hubieran cantado ‘Clavelitos’.

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