Os avisábamos de ello hace semanas: Mónica Naranjo certificaría su disco ‘Lubna’ como platino independientemente de las ventas del mismo. Ventas que, lejos de permanecer en secreto, se publicaban en Promusicae a finales de año y evidenciaban que el rugido de la Pantera de Figueres era más dorado que platino. Y dorado, de hecho, gracias a la reedición del álbum, porque el oro que ‘Lubna’ recibió al inicio de su promoción también fue más que discutible.
Mónica está a unas 15.000 copias vendidas del disco de platino, una cifra que parece pequeña, pero que es titánica en el panorama de ventas español, máxime teniendo en cuenta que Naranjo se mueve en las últimas semanas por la parte baja del top100, dónde se puede estar vendiendo apenas dos dígitos. Es decir, que de año nuevo a hoy, es absolutamente impensable que ‘Lubna’ haya despachado esas 15.000 copias.
Pero eso es lo de menos, hay que transmitir una sensación de triunfo de la cantante, y para ello, se le entregan los discos que hagan falta, venda, no venda, tenga popularidad o no la tenga. Y ojo, hablamos del undécimo álbum más vendido del año pasado, con lo que Mónica tiene el suficiente éxito como para no tener que andar maquillando cifras de esta manera tan absurda. Ella quería el platino, y el platino tiene: aunque ‘Lubna’ tenga que coger polvo en las estanterías de Fnac hasta que se venda a 4,99 en su ‘Edición Leyenda’.
Mónica acudió a ‘El Hormiguero’ y allí, Pablo Motos, feliz de tenerla junto a él, le hacía entrega del disco de platino. También podía haberle dado el de diamante, pero lo mismo cantaba algo más, aunque estamos convencidos de que Naranjo distribuiría un millón de ‘Lubnas’ por España si se le pusiera en la punta del ‘Minage’. Cuidado, porque Motos está empezando a ser el encargado de todo certificado falso, ¿o hemos olvidado que también fue él quién le dio a la Pantoja el disco de Oro? Obviamente aquel era también un oro del que cagó Benicio Del Toro.