Miley Cyrus y Liam Hemsworth rompían con su matrimonio poco más de un año después de su boda, pero años después de iniciar una relación que ha tenido sus altibajos. El actor confirmaba la ruptura a golpe de brevísimo comunicado en el que pedía privacidad, pero Miley lo ha hecho de otra manera, con un nuevo single, ‘Slide Away’.
El lanzamiento no se incluye en su último EP, ‘She’s Coming’, sino que es una canción lanzada de forma independiente que habla, con bastante pocas sutilezas, de la relación de la pareja. No da demasiados datos, pero lo que dice es bastante revelador. Ella, como Noemí Arguelles, va salpicando para que la gente en su casa vaya pensando. O sea, dice pocas cosas pero cree que se le entiende:
“Quiero mi casa en la colina, no quiero el whiskey y las pastillas.
No me rindo fácilmente, pero no estoy por la labor.
Así que esfúmate de vuelta al océano, yo iré de vuelta a las luces de la ciudad.”
Sutil, siendo él australiano. No quiere el whiskey y las pastillas. No seremos nosotros los que digamos que en esa casa había un mayor consumo que en una reunión de la OCU, o que la campaña de Malú y Rivera a su lado fuera una quedada vegana, porque ya lo dice Miley ella solita.
Las referencias a su relación no quedan ahí, porque continua con un:
“Sigamos adelante, ya no tenemos diecisiete años.
No soy quien era antes. Has dicho que todo ha cambiado…
tienes razón, ahora somos adultos.”
Matemáticas básicas: Cyrus tiene 27 años y la pareja se conoció hace una década. Blanco y en botella. Que sí, podría perfectamente ser leche de coco y dar lugar a confusión, pero tampoco nos pongamos ahora exquisitos con los dichos españoles. La cuestión aquí es que ‘Slide Away’ aporta algo de luz a la separación de Cyrus y Hemsworth, en principio amistosa. Cada vez se está enfangando más y queda bastante poco para que todo esto termine pareciendo el camping de Biescas.
