Miley Cyrus se ha subido al coche de James Corden para dar un poco de bombo a su nuevo álbum, ‘Younger Now’, que se ha estrenado a nivel global con cifras algo decepcionantes, pero que aún podría tener un buen recorrido si la cantante consigue ensamblar bien singles y promo durante esta era.
Como decimos, para ello se ha montado un ‘Carpool Karaoke’ en el que, además, ha repasado casi todas sus épocas: la más juvenil con ‘Party In The USA’ y ‘The Climb’, la rebelde con ‘We Can’t Stop’ y ‘Wrecking Ball’, y la de millennial Dolly Parton con sus últimos singles, ‘Malibu’ y ‘Younger Now’. Ha pasado total de volver a 2010 con ‘Can’t Be Tamed’, que hubiera puesto la guinda a este pastel de grandes éxitos, pero vamos a perdonarle que lo haya obviado.
En el trayecto, la cantante ha hablado de diversas cómicas situaciones, como aquella en la que se chocó contra el camión de sonido de ‘The Voice’ y pretendió ocultarlo, pero terminó comentándolo en plató con el micro ya enchufado y la pillaron de pleno. Señal de que, tal y como cuenta ella misma, es un hórrida conductora.
También ha hablado de ‘Hannah Montana’, en un alarde de sinceridad que nos ha gustado: cuenta la cantante que hubo un momento en que quiso romper del todo con aquello, con el speech de “esa no era yo”, etc., pero que ahora abraza esa época y no reniega de ella, sino que la toma como un pasado que la ha convertido en quien es ahora. Curiosamente, todo esto lo comenta cuando James Corden le pregunta qué ha cambiado de ‘Bangerz’ a hoy.
Finalmente, juega contar si estaba colocada o no en diferentes situaciones, gracias a lo cual sabemos que no lo estaba en los VMA junto a Robin Thicke, pero sí en la grabación de ‘Wrecking Ball’, y que le hubiera gustado estarlo al escuchar por primera vez ‘Achy Breaky Heart’, el clásico de Coyote Dax que su padre tuvo el detalle de grabar décadas antes.