La pobre Chanel tiene entre manos una reinvención que, por el momento, está saliendo regular. Por un lado, está siendo bastante honesta confirmándole al mundo que no había persona en la faz de la Tierra que pudiera estar contenta con el contenido de Agua, el que fuera su primer álbum. Un disco que lucía tan Vale Music como su contenido y que los fans de la artista fingieron poder defender durante meses, hasta que se han quitado el peso de encima cuando la propia Chanel ha dicho que no se siente en absoluto identificada. Y esos pobres gays con lumbalgia después de cargar meses con el peso de House Party. Quién va a pagarles ahora las sesiones de fisioterapia.


¡Sigue la web también en redes!


Pero, como digo, es complicada la situación de la artista porque, tres años después del Benidorm en el que la conocimos con SloMo, sigue casi en la casilla de salida. Con una única ventaja aparente: la del éxito de un Clavaíto que podría darle pistas de por dónde van los tiros si es que realmente tiene alguna escopeta a mano. Pero Chanel me dejaba desconcertadísimo volviendo con Antillas, un tema muy reminiscente de la producción de Toke que me hacía pensar si realmente se iba a desligar tanto del contenido de su primer disco. Su segundo single, Una Bala, dibuja menor su panorama.

Porque no tiene tanto que ver. Estéticamente, es indiscutible que todo lo nuevo da un paso adelante y se desliga del espanto vedette anterior —luce mucho menos Norma Duval en apenas unos meses de lo que lució durante todo el año de promo— y, musicalmente, aprovecha bastante sus influencias para dar lugar a un tema resultón, aparente, Una Bala decentemente disparada.

Ahora bien, ¿va Chanel a marcarse un hit con esto? Las primeras cifras de la canción no son excesivamente esperanzadoras: aunque arrancó por encima de los 74k streams en Spotify —que no es para echar cohetes, pero como independiente tampoco está nada mal—, las cosas están ahora en unos más tibios 40k diarios. Veremos si la inclusión del tema en el playlist Pop con Ñ de la plataforma —uno de los más populares, con más de un millón de oyentes suscritos— le da algunas alas extra.

El problema de Una Bala es que pide un estribillo que nunca llega. Chanel lo apuesta todo a un fraseo en clave funk carioca que funciona como gancho en cierta medida, pero que parece anticipar el estribillo final y este nunca llega. Una Bala es un buen tema in the making, falto de un par de vuelta y vuelta. La idea, como ocurría también en Antillas, está ahí, pero falta lijar un poco las esquinas para que todo esto encaje mejor.

Por ahora, no parece que Una Bala vaya a ser el hit con el que Chanel renazca. Pero si se trata de allanar el terreno, tampoco es mala jugada. Ahora bien, ojo con no pasarse preparando el terreno de juego sin terminar de empezar la partida en ningún momento.


Será tu rollo si: Quieres música para prepararte para salir de fiesta, te has apuntado a clases de funky y coincides allí con señoras de mediana edad, aseguras que te gusta Nathy Peluso para que tus amigos te acepten.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies