El pasado mes de abril Rozalén publicaba ‘El Abrazo’, su último disco. Un álbum en el que confirmó que sigue teniendo tan buen gusto para la composición como uno terrible para las carátulas, pero que le ha hecho recuperar público respecto de su anterior álbum, el digamos más conceptual ‘Matriz‘, que pasó algo más inadvertido. Sin embargo, hoy nos toca hablar de un tema de hace dos discos, ‘El Árbol Y El Bosque’, que se publicó en 2021 pero al que le queda un coletazo por dar.
Aquel trabajo incluía ‘Loba‘, una canción feminista, empoderadora y sorora, que siempre es un adjetivo que también suena a sistema operativo de Macintosh o a concursante de ‘Popstars: Todo Por Un Sueño’. Olga, Tenesoya y Sorora. Tratad de rebatírmelo. Pues bien, aquel ‘Loba‘ que no era un cover del clásico de Shakira, porque su manada no está frenética sino más bien consciente y con las garras listas, cuenta ahora con una versión coral. Una versión que tiene invitadas pero que le hace un feo a la propia Coral, que está ausente del listado, a pesar de dar título al remix.
Si que podemos escuchar a Ainoa Buitrago, a la concursante del ‘Benidorm Fest’ Lachispa -que aunque tenga nombre de componente de Destiny’s Child es más bien lolaila-, a Yarea o Maren, que pone el punto de cursiva entre tanto Sans Serif del diseño. Ocho invitadas en total que le dan a ‘Loba‘ un caracter de mayor hermandad y dejan la impresión de que este lanzamiento estaba pensado para el 25 de noviembre y se ha retrasado un poco. El mensaje cala igual, pero el timing podía haber sido más exacto.
‘Loba‘ ha ganado en acompañantes pero también en espíritu rockero, que la verdad, le va de perlas. La original tendía más al folclore y al punto cantautor, pero chica, si está una en guerra más le pega tener un buen guitarreo, una contundencia, un punto que haga que Bea se desmelene mientras traduce a la lengua de signos. Que alguien la replique, desde el público, “no veo la mano con tanto golpe de melena, hija”.
Será tu rollo si: eres más de Mari Trini que de Cecilia; tu respuesta favorita ante la vida es “estoy hasta el coño”; llevas el flequillo cortado a una altura que la sociedad mira con recelo.
