Con Suecia bajo mínimos en el Melodifestivalen de este año, la tercera semifinal nos deja al menos con la sensación de que hay un tema -y es de verdad, uno y único- que podría darles un pase a la final en Eurovisión. Veamos de qué fue la cosa:

Resultados

Pase a la final

> ‘Air’, Marcus And Martinus

La propuesta más votada de la noche, que se llevó el paso directo a la final, fue la de Marcus And Martinus. Que sí, es lo más competitivo de lo que llevamos de Melodifestivalen este año. La pareja de muchachos recrean el dance dosmileros con influencia del trance y del pop en una canción con producción hipnótica y una escenografía bastante eficaz a base de láseres.

Pero de la misma forma en la que decimos que es lo más competitivo de lo que va de año, también vemos que tiene unos cuantos flecos pendientes: se pierde en lo eurovisivo en escenografía -y ni qué decir en vestuario- y pasa de lo interesante a lo previsible en bastantes ocasiones. Algo penalizable si la canción dura apenas tres minutos.

> ‘Royals’, Paul Rey

¿Recordáis cuando podíamos ser Héroes hace unos años con Måns? Bueno, pues este podemos ser parte de la realeza -y a la vez de la rebelión, de alguna extraña manera-. Paul Rey se presenta con efecto de ‘SloMo’ incluido con una canción genérica hasta decir basta, que incide en el habitual mensaje eurovisivo-heroico de turno. Lamentablemente, y aunque la escenografía está pensada bien para una gala de entrega de premios, esto caería en el olvido festivalero tras cuatro o cinco canciones. El pop sueco ha vivido momentos de mayor creatividad.

Pase a la semi final

> ‘Släpp Alla Sorgen’, Nordman

Épica nórdica en clave folk-dance para gente de mediana edad. Es el resumen de la propuesta de Nordman, que aunque también tiran de algunos clichés eurovisivo -a estas alturas también es complicado no caer en unos y otros-, por lo menos nos dejan algo más en la memoria que muchas otras de las propuestas.

Con la suya la cosa puede ser «la de los pájaros», «la del instrumento folkie» o «la del señor que sonaba a Avicii llevando un granero». La melodía del estribillo tiene un punto marinero inexplicable pero disfrutón.

> ‘For The Show’, Melanie Wehbe

Esta es la balada que España consideraría competitiva en cualquier año de los dieces. Cambiando una luna por una lámpara gigante, o una lluvia por lámpara gigante, o los tules por lámparas gigantes. La verdad, no tiene nada especialmente memorable, aunque la artista la ejecuta con bastante tino. Ella pone mucho de su parte, pero la canción no pasa de lo estrictamente ‘mono’.

No clasificadas

> ‘Låt Hela Stan Se På’, Ida-Lova

Juraríamos que esta canción ya se había presentado por Bulgaria hace un par de años. Todo de un insípido tal, que a su lado, un yogur 0% tiene el sabor de una straciatella. Ida-Lova canta muy bonito, pero si quisiéramos dormirnos en vivo, volveríamos a recordar cuando Olivia Rodrigo convenció al mundo con ‘Drivers License‘. Y al menos aquello tenía una telenovela detrás sosteniendo el tema. Esto tiene una tela larguísima. No luce tanto.

> ‘Sober’, Laurell

La única forma de explicar esta candidatura es que luce que a Merche la hubieran puesto a imitar a Miley Cyrus con la dirección artística de Twin Melody. Y la única forma en la que esto pudiera pasar el filtro de calidad mínima es que nos confirmaran que en realidad era Silvia Abril haciendo una parodia.

> ‘Så Kommer Känslorna Tillbaka’, Casanovas

¿Lucen homenaje a banda de Casino de 1979? Lucen. ¿Suenan? Suenan. ¿Habrán hecho las delicias del público mayor de 90 años? Seguramente. Pues he ahí: han cumplido con el puntito target, porque otro objetivo tampoco es que tuviera este tema. Y con todo y con eso, es bastante más llevadero que el de Silvia Abril.

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