Asi es Maria, tan caliente y fria, que si te la bebes, de seguro te va a matar. Ya lo decía Ricky Martin en su clásico de Siglo XIV, ‘María’. Claro que la María de ahora te mata igual te la bebas o no, y es más, es bastante complicada de beber, teniendo en cuenta que se trata de un huracán. Y sí, ya os escuchamos: “¡Insensibles!” “¡Qué poco tacto!”; así somos nosotros, ponemos imágenes de Maria José Campanario en los post de Gaga y hacemos comparativas de huracanes y singles de Ricky Martin. Pedimos perdón por esto segundo.
El caso es que la que más se va a arrepentir de haberse mostrado insensible con el fenómeno meteorológico es Melissa Joan Hart, la actriz que todos recordáis por ser secundaria en ‘Sabrina, Cosas De Brujas’ -el protagonista era el gato de papier-mâché, obvio-. Y es que la actriz planeaba irse de vacaciones a la República Dominicana, pero oh, el huracán y la geografía se han interpuesto en su camino:
Primero, Sabrina se lía con el país y la isla: ella va a ir a Punta Cana, pero no a Dominica, que está cerca, pero es una isla independiente del Caribe que poco o nada tiene que ver con su destino final. Es como si en España hay un tsunami en Gijón -Bjork no lo quiera- y decimos: “ay, mis vacaciones en Málaga a la porra, estará todo hecho un asco”. O cancelar un viaje a Formentera porque “hay que ver cómo ha dejado el Prestige las playas gallegas”.
Total, que por si este equívoco, que obviamente Twitter se encargó de recordarle rauda y velozmente, fuera poco, la actriz también se tuvo que enfrentar a aquellos que le decían lo típico de “ay qué pena tus vacaciones, lo de los muertos y destrozos ya si eso”. Y es lo de siempre, este comentario lo haces en tu grupo de amigos, y oye, queda como bien; pero en público, y ante miles de seguidores, chica, hazte un hechizo de silencio y cómele la boca a Harvey si no lo consigues. O métete una bola de papier-mâché en la boca.
No seamos tampoco muy crueles con ella, recordad que hace años confesó que había grabado toda la serie completamente colocada y sin ser consciente casi de nada. Algún efecto secundario tuvo que dejar tantísima Tarta De Santiago.