Ha sido un año de contrastes para Marc Seguí: por un lado, arrasaba con el remix de uno de sus singles, ‘Tiroteo’, llevado a una enorme popularidad tras contar con Rauw Alejandro, pero al mismo tiempo resurgían en redes terroríficos tuits de hace apenas cuatro años en los que el cantante derrochaba actitudes homófobas, machistas y racistas. Y las cosas como son: conociendo el panorama pop nacional y el gusto de las discográficas por acercarse a los institutos y seleccionar al que lleva una esvástica y un bate de baseball para lanzarle un single con Mango y Nabález, el país entero se marcó un eyeroll y un pretends to be shocked.
Al menos Marc Seguí tuvo los agarres de salir públicamente a pedir disculpas y lo más importante: hacer énfasis en que quiere seguir aprendiendo, formar parte del bando bueno y estar de lado del colectivo LGTB+ y de una sociedad feminista. De modo que seguiremos ojo avizor, que tenemos ya el culo pelao de disculpas del estilo, pero démosle el beneficio de la duda y la posibilidad de cambio y madurez.
♫ podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro a-list de spotify ♫
Su nuevo single, ‘360’, sigue tirando de esa estética queer con bien de sombra de ojos y bien de colorín, y deja un bop a la altura de su predecesor, sin necesidad de un feature que le de un boost inicial. ‘360’ es como uno de esos Werther’s Original que se te quedan pegados al paladar y sigues saboreando incluso cuando ya creías agotado. Es un buen tema pop, es adictivo y suena fresquito en esta era post ‘Todo De Ti’ en la que los cantantes jóvenes se permiten hacer pop sin tener que ser ignorados por el gran público. Bendito sea el momentum. Creemos.
Y en el vídeo oficial, Seguí saca de si su Kylie Minogue de andar por casa. Porque si en 2001 Kylie aparecía en los Brits tumbada en un CD, dándolo todo con ‘Can’t Get You Out Of My Head‘, Marc Seguí hace lo propio con ‘360’, subido en un discman interestelar, dando vueltas sobre una pista que va a acabar dejando rallada con las zapatillas, y ofreciendo su mejor ‘go girl give us nothing’. Porque los chicos hacen pop, pero lo hacen quietos, no sea que se muevan lo más mínimo y del esfuerzo se disloquen la cadera.
