Maluma es un ejemplo tremendamente válido para ver cómo ha cambiado la industria musical en los últimos años: el cantante presentó su nuevo disco, ‘F.A.M.E.’, hace apenas un par de meses, pero hoy ya está presentado un nuevo single que no forma parte del trabajo.
Es ‘Mala Mía’, un realtivo bop que lo aleja un poco de su perfil dramático-bailongo de sus últimos singles, y tiene algo bueno y algo malo. Lo bueno es que no es un bodrio de la escala de ‘Marinero’ y que es bastante más pegadizo y divertido que ‘El Prestamo’, y lo malo es que Maluma vuelve a sacar su imagen de chuloputas, que francamente no puede dar más pereza por mucho que sea su seña de identidad.
Así, presenta el single en una cama rodeado de señoras en lencería y finge haberse quedado dormido para ir a grabar un programa de televisión. Por algún motivo, Maluma sigue hablando en inglés en las escenas de sus vídeos, aunque sea vox populi que su intención internacional con ‘F.A.M.E.’ se ha quedado más bien en eso y que fuera de los países latino recibe el cariño, y lo recibe por parte de toda esta gente.
Total, que tres segundos después de la conversación en inglés, Maluma aparece bailoteando con las muchachas, descamisado en la piscina -tirándose a ella de aquella manera-, y montando un fiestón en la habitación de su hotel, mientras pone caras de Julio Iglesias recién fornicado a cámara, y se baja las gafas de sol que lleve aunque esté nublado y el Vesubio haya entrado en erupción provocando una nube de polvo en todo el planeta.
En fin, como resumen: Maluma se deja de intensidades y recupera el factor bop-latino, vuelve al perfil chuloputas que mejor le ha funcionado históricamente, y sí, amigos, sigue cantando como si fuera un bebé de 4 meses que necesita teta y no sabe cómo pedirla. Y desde luego, su caso en ‘Mala Mía’ es bastante opuesto.
