Es bastante complicado dar más tumbos que la carrera de Louis Tomlinson, que vuelve a dar un paso más allá en su objetivo de que nadie sepa exactamente con qué estilo musical definirle. Que sí, que la diversidad está súper bien, pero cuando uno es artista debería estar algo más guiada por un elemento común, y los singles de Tomlison, que debutó hace ya tres años, son un importante batiburrillo.
Tuvo un lanzamiento dance, un baladón al piano, una canción R&B-pop, un tema punk y ahora lanza una canción de tintes rock, no sabemos muy bien aconsejada por quién. Porque ese tipo de rock, que es el que consume el público de festivales que tiene ganas de ver a algún Oasis por pura nostalgia, está bastante demodé. Es decir, Robbie Williams lo hacía en 2000. Liam Gallagher lo hace hoy día, pero bien. Y creednos, detrás de las escuchas que pueda tener ‘Kill My Mind’ no va a estar el público de Gallagher sino el de One Direction. Igual que cuando Melanie C iba de líder de Evanescence pero su público potencial seguía enganchado al último single de Atomic Kitten.
De modo que no, tampoco parece que este vaya a ser el tema que dé a Louis un fanbase estable y la posibilidad de girar por si mismo con material propio sin ser telonero de este o aquel artista. Algo que contrasta con sus cifras de Spotify: 41 millones para su single menos escuchado y 5,5 millones de oyentes mensuales. ¿Dónde está después todo ese supuesto público? Este realmente es un debate extendible a decenas de artistas, de modo que nos lo guardamos para otra ocasión.
De momento podéis ver el lyric vídeo de ‘Kill My Mind’, que no es una mala canción, pero es una canción que no convencerá a su público pop ni muchísimo menos al festivalero. Y lo peor es que nos lo vemos haciendo un hip-hop o una lambada en su próximo single.
