Durante las próximas semanas, nuestra intención será analizar el paso de España por Eurovisión: sus éxitos, sus fracasos, sus delirantes puestas en escena… todo bajo nuestra particular lupa. Como no queremos que la historia se alargue hasta el próximo 2029, y con la intención de hacer más secciones de carácter estúpido, hemos decidido comenzar nuestra andadura eurovisiva en 1990. ¡Esperamos que disfrutéis de este viaje de 25 años!
La canción
Después de la sexta posición que alcanzaba Marcos Llunas en 1997, España pensó que alargar el chicle de los intérpretes Bustamantiles de los noventa le vendría bien a sus candidaturas. Obviamente se equivocaron, porque lo poco gusta, y lo mucho, lo mucho sale como le salió a Mikel Herzog.
Tampoco la canción en sí tenía la culpa, era una balada muy al uso, aunque en pleno 1998 bien es cierto que la producción sonaba más a 1993. Recordemos que en aquel año descubrimos a Britney Spears, que los Backstreet Boys llevaban un par de años de rodaje y que la balada más reciente de Spice Girls había sido ‘Viva Forever’. Por tanto, esta producción quedaba mejor en la época de Sergio Dalma que dentro del contexto pop del momento: en España ya triunfaban OBK, Mónica Naranjo o Alejandro Sanz con propuestas mucho más actuales. ¡Incluso Mecano volvió aquel año!
Por tanto, qué se le pasó por la cabeza a TVE para enviar una canción de composición correcta pero producción tan rancia es todo un misterio.
La puesta en escena
La puesta en escena fue tan clásica como hortera: Herzog, con un look como si Luismi de ‘Compañeros’ fuera a una boda, defendió la canción delante de cinco coristas vestidos con raso. ¿Realmente hacían falta cinco personas para esos coros que apenas se escucharon? ¿Realmente era necesario que llevaran esas camisas? Aunque claro, teniendo en cuenta que Herzog llevaba un look de lo más Emilio Aragón, a su lado el coro iba incluso discreto. No hubo mucho más en el escenario, porque Mikel se dedicó a poner sus mejores caras de yerno ideal y darle volantazos al pelo que dejarían al mismísimo Jesús Hermida con un dolor cervical importante.
Al final de la actuación, Mikel puso una cara de haba importante, no sabemos si entre él “bueno, ya he pasado el mal trago de cantar esta cosa rancia” y el “tengo unas ganas de quitarme siete capas de ropa y volver a algo que transpire”, pero quedó tal que así en cámara:
El resultado
Mikel Herzog aterrizó con su balada en el 16º puesto de 1998, una posición por la que posiblemente ahora mataríamos, pero que después de la sexta plaza de 1997 supo a más bien poco, especialmente sabiendo que apenas consiguió 21 puntos. Aquel año, la ganadora fue una de las canciones más populares de la historia de Eurovisión, y eso que se llevó la victoria con apenas 5 puntos de ventaja sobre el Reino Unido: Dana International puso Eurovisión patas arriba con ‘Diva’, un himno dance que además, la convertía en la primera participante transexual de la competición.
1998 fue el primer año del televoto europeo después de que 5 países lo probaran en 1997. Y por supuesto, España tuvo que meter la pata hasta el fondo, entregando a cada país puntuación por encima de la que realmente habían obtenido, por lo que dimos el 12 a Israel y dejamos sin votos a Alemania, que era quien realmente tenía nuestros 12, frente a los 10 de Dana. Las puntuaciones se corrigieron más adelante, pero no variaron demasiado el resultado general.
¿Qué fue de él?
Mikel Herzog sólo llegó a editar un par de álbumes más después de Eurovisión, ‘En Tu Mano Está’ en 1999, y uno benéfico en 2006 llamado ‘Cómo Pasa El Tiempo’. En la actualidad trabaja en una empresa de logística, sus hijos se han presentado a ‘La Voz’, pero también lo tuvimos bastante ligado a Eurovisión durante un tiempo atrás: trabajo en ‘Operación Triunfo’ en la academia de los expulsados del programa, y fue el director de su gira. Además, fue jurado en algunas preselecciones posteriores a la suya.