Quién sea que está dirigiendo los movimientos de Little Mix, incluso si son las propias chicas, debería dar un paso atrás y tomar algo de aire, porque la maquinaria se ha quedado atascada. El último álbum de las chicas ha pinchado a nivel comercial, incapaz de dar más de un hit contundente a pesar de las intentonas, y la girlband parecía ir a enmendar el error con un nuevo lanzamiento de cara al verano. ‘Bounce Back’ no sólo debía suponer un acierto de cara a lista, sino también un sostén para el arranque de la gira. Y no parece ir a serlo por mucho tiempo.
‘Bounce Back’ parte como #2 en los midweeks británicos, pero la posición es un espejismo: los datos de streaming de la canción las harán caer a la parte baja del top10, si es que consiguen resistir en él llegado el viernes. Y no es de extrañar, porque aunque ‘Bounce Back’ es más optimista que la mayor parte de ‘LM5’, sigue tropezando con las mismas piedras que el contenido del disco.
Para empezar, Little Mix sigue sonando demasiado americana para el público británico. Y el tema de Estados Unidos es hora de dejarlo aparcado: la banda no va a funcionar más allá de lo que ya haya funcionado. ‘Bounce Back’ contiene elementos de ‘Back To Life’, un tema de Soul II Soul de 1989 que le sientan bien, pero que no ayudan a que el tema termine de explotar en ningún momento. Está repleto de reclamos pero absolutamente falto de hooks. El estribillo parece un puente, el puente parece un estribillo a medio cocer. Le falta punch como single, aunque hubiera sido un buen album track.
Y luego, hablemos del vídeo. ¿Es un buen vídeo? Sí. ¿Es un buen vídeo para Little Mix? No. El cuarteto está empeñado en hacer de su imagen un exceso, colocar más y más capas de elementos, de maquillajes, de pelucas, de vestuarios y atrezzos imposibles. Y no funciona. Para bien o para mal, Syco tenía muy claro qué buscaba el público de Little Mix. Ese millón de usuarios que han huido de la nueva era y que ‘Bounce Back’ no les hará recuperar.
Alguien debe llevarlas de vuelta a la esencia de UK, al «menos es más», a más diversión y menos postureo. Y a un puñado de temas que estén, como mínimo, bien construidos.
