No están siendo buenas semanas para Emma García. Primero porque con lo único que llega la pobre al doble dígito es cuando mira el termómetro para tomarse la fiebre. Y aún así, por trollear, hay veces que en la pantalla se lee “9,3”. Luego al mirarla de nuevo, Emma ve que el termómetro marca un “que era bromi, jijiji” y sigue adelante con su habitual “36,1”. Lamentablemente, al sufrimiento en audiencias de Fiesta se suma ahora un nuevo varapalo y es que la actuación en Copacabana de Lady Gaga ha conseguido triplicar las audiencias del programa de Emma.
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Lady Gaga ha congregado en su concierto en la playa de Copacapaba en Río De Janeiro -posible hermano de Andrea y Julia- a nada menos que 2,1 millones de espectadores (2,5 si le preguntas a ella; 2,6 si preguntas a los fans). El mismo fin de semana, Fiesta congregaba a apenas 734.000 espectadores en Telecinco. La gran mayoría de ellos nisiquiera estaba presente plató, sino que estaba viendo el programa desde casa. A diferencia de Lady Gaga, que sí consiguió atraer a la gente a verla allí en directo. La pobre Emma apenas contó con un centenar de público mientras hablaba con algún colaborador comentando algo de la época en la que el corazón de Telecinco le interesaba a alguien, mientras que los 733.900 restantes la veían a distancia.
Si computáramos la audiencia en streaming de Lady Gaga a su total, desde luego arrasaría con Emma hasta el punto de que, de ser yo directivo de Mediaset, me plantearía muy mucho la continuidad de Fiesta. Ha perdido de una forma escandalosa. Súmese a esto que mientras en plató absolutamente nadie coreaba el nombre de Gloria Camila agitando abanicos, en el show de Lady Gaga el público recibía con entusiasmo sus clásicos, pero también sus nuevos temas, como Abracadabra. Claro que Emma, la pobre, qué nuevos temas iba a tener, si siguen hablando de cuando Gloria Camila salía con Kiko Jiménez cuando Kiko iba por su segunda mandíbula.
En resumen: Lady Gaga ha triunfado de una forma espectacular en Río, consiguiendo el show solista más visto de la historia (500k espectadores más que Madonna el pasado año en el mismo enclave, que también arrasó con su Celebration Tour); mientras que Emma García confirma que Fiesta no está pasando por su momento álgido.