Parece que la UER no se cansa de hacer el rídiculo durante esta temporada eurovisiva y según la emisión ha arrancado, las polémicas también: para empezar, la cantante irlandesa confirmó, en plena rueda de prensa, que “le obligaron a retirar los símbolos celtas pintados en su piel que decían “Palestina libre” y “alto al fuego”“. Un detalle que hubiera pasado la mayor parte del público por alto, pero que ahora es motivo de titular y de escándalo. Ponemos a unos niños a cantar por la paz en Eurovision Junior, pero que a nadie se le ocurra pedir la paz en el de adultos, no sea que nos pongamos políticos.

La otra víctima de la noche, mucho más a gran escala, fue Eric Saade. La UER ha eliminado todo rastro del artista de sus redes sociales y de Youtube, donde su actuación de apertura de la semifinal, junto a Chanel y Eleni Foureira, ha sido censurada y no puede verse. ¿El motivo? Que el artista, de origen palestino, llevaba atado a la muñeca un pañuelo tradicional del país. Un símbolo, político, dice la UER.

Además de la censura, Eric tuvo que sufrir la crítica de los organizadores anoche, “entristecidos” -tócate el higo- por el “uso político” de su performance. Para contextualizar un poco las cosas, Eric llevaba semanas criticando que el Festival no expulsara al país de gobierno genocida, por lo que cuando la invitación le fue extendida, sabían perfectamente que iba a emitir algún tipo de mensaje. Es más, él mismo llegó a dejarlo claro con una declaración en redes días antes.

Tras la crítica pública y la censura de la actuación, Eric Saade ha compartido un contundente mensaje en sus redes sociales, que dice lo siguiente:

“Este pañuelo me lo dio mi padre cuando era pequeño, para que nunca olvidara de donde es mi familia. Por aquel entonces no imaginaba que algún día se le llamaría “símbolo político”. Es como llamar a un ‘Dalahästen’ (un estatua ecuestre típica sueca) un símbolo político. Desde mi punto de vista es puro racismo. Simplemente quería incluir y vestir algo que me identificara, pero la UER parece creer que mi etnia es polémica. Dice mucho más de ellos que de mí. Os digo lo que el lema de este año en Eurovisión: “unidos por la música”.

Es una verdadera pena que la UER, que no Eric Saade, insista en politizar esta edición a golpe de espantosas decisiones organizativas. Sigue sin cabernos en la cabeza que, tras la expulsión de Rusia hace unos años, no se haya decidido hacer lo mismo con un país cuyo gobierno masacra, orgulloso, a los habitantes originales del mismo.

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