Si con algo no acierta en esta vida Melanie B, además de en la elección de género musical y su carrera en solitario en general, es con las parejas. Su primer matrimonio, con el bailarín Jimmy Gulzar, le salió rana, y tuvimos que ver como la, por entonces, Melanie G, volvía a la B para desesperación de nuestra ordenadísima biblioteca de CDs. Después tuvo una relación de cuatro años con un productor de cine, y una hija debatida por Eddie Murphy, que ya hay que tener estómago.
En cualquier caso, parecía que las aguas se asentaban en 2007, cuando Melanie encontraba a Stephen Belafonte y la pareja contraía matrimonio apenas cuatro meses después. La fama del muchacho ya le precedía, puesto que habían habido ex-parejas que lo habían denunciado por malos tratos, aunque la Picante Asustadora siempre salió en su defensa y afirmó estar feliz con él, con quien tuvo a su última hija, Madison.
Sin embargo, menos de 10 años después la situación tornó a algo más bien distinto: Melanie lo acusó de maltrato después de ser prácticamente evidente que la había golpeado tras una aparición televisiva con magulladuras y la llamada de auxilio desesperada de su madre y hermana a través de las redes sociales. Brown solicitaba finalmente el divorcio en Marzo.
Y ahora, casi al ir a terminar el año, la pareja ya está oficialmente divorciada, aunque los acuerdos no han sido especialmente benevolentes con la Spice Girl, a pesar de la situación denunciada: compartirán la custodia de Madison, tendrán que dividir los beneficios por la venta de su mansión en Los Ángeles, y Asustadora tendrá que pasar una manutención a su marido, así como pagar las costas de todo el proceso.
Volvemos a recordar que ella lo denunció por maltrato. Pero claro, meses después, la cantante ha dejado en suspenso la orden de alejamiento que tenía contra el desde octubre. Dos pasitos para adelante, un pasito para atrás.
