Como bien sabéis, y si no para eso os lo contamos nosotros aquí, el nuevo álbum de Jessica J, el primero póstumo tras la desgraciada muerte de la relevancia de la artista, se titulará ‘R.O.S.E’, y está siendo presentado con cuatro singles que simbolizan cada letra del nombre de su madre, a quien se lo dedica.
El primero, ‘Think About That’, era un correcto medio tiempo R&B que era la ‘R’ de “realization”, y ahora, nos llega con el segundo, ‘Not My Ex’, que simboliza la ‘O’ de “obsession”, aunque bien podría ser la O de “otra canción que no termina de ir a ningún lado”. Que sí, Jessie, que entendemos que es este es el disco que siempre quisiste grabar y en el que te conoceremos realmente, pero dinos tú si era necesario que todas las canciones se quedaran a medios gas como si fueras la cantante de un crucero que toca durante la cena, ambientando a quien la oye, pero no la escucha.
Y de hecho, eso es exactamente lo que está pasando con esta temporada de Jessica: primero que nadie la escucha -apenas un millón de streams acumula hasta ahora su último single; 56 millones tiene ‘Masterpiece’, lanzado en una etapa de menor consumo-, y lo más preocupante del asunto, que tampoco la compran. Porque podríamos estar hablando de que es una artista que no ha sabido convencer al público del streaming -incluso Taylor Swift está “sufriendo” con esto-, pero es que su funcionamiento en iTunes es aún más catastrófico.
‘R.O.S.E.’ no tiene todavía fecha de salida, y bien que ha hecho Jessie en no dársela, se evitará el desfile de retrasos que, previsiblemente, sufriría el disco. Porque vamos, muy adicta al riesgo tiene que ser para ponerlo a la venta antes de que acabe en 2017 y enfrentarse a bochornosas posiciones globales. Pero sea como fuere, suerte con eso.