Gran parte de la popularidad de Katy Perry se debe al absurdo con el que jugó durante sus dos primeras etapas, tocando techo, probablemente en ‘California Gurls’. Después, la vimos intentar quitarse de encima ese papel de mamarracha colorista, pero fracasó en el intento e incluso en ‘Witness’, donde ya parecía haber renunciado del todo a ese rollo, lo recuperó para el último par de clips.
Pero claro, lo poco gusta, y lo mucho cansa más que el estribillo de ‘Unconditionally’. Y parece que Katy Perry ha cogido carrerilla y ya no sabe muy bien cómo ni cuándo parar. Para muestra un botón: su última actuación en ‘American Idol’, junto a Daddy Yankee, con el que participa en el remix de ‘Con Calma’.
Katy aparece en un primer plano al inicio, donde se intuye se lleva el pelo cardado porque you’re the want that I want, ooh, ooh, ooh, pero resulta que no, que lo que lleva es un centenar de cutrísimas pelucas colocadas sobre su propia peluca, haciendo ver que el pelo le llega al suelo. Vaya, que aparece moviéndose menos que Bran Stark en una canción que invita al baile. Y lo peor de todo, por algún motivo, Daddy Yankee canta como fingiendo estar encima del pelo, cuando claramente se ve que está detrás en una plataforma.
El nivel de cutrerío se relaja después, cuando Katy abandona su silla y Daddy Yankee se hace con el control de la actuación, pero el absurdo ya se ha cargado lo que podía haber sido una buena presentación. Y recordemos que este era un momento para el lucimiento de ella, porque la canción, realmente, está funcionando más en su versión original (#161 en Spotify, #29 en Youtube, #211 en Apple Music) que con el remix (#503 en Apple Music y gracias).
De verdad que Katy, más que un hit, lo que va necesitando es un reboot de todo su imaginario, y con urgencia.
https://youtu.be/pxk5bLKzCHA
