Madre mía, Kylie. Los fans han puesto el grito en el cielo en el momento en el que la artista ha publicado el vídeo de su nuevo single, tal es la cantidad de dinero que ha invertido la australiana en él. Se rumorea, de hecho, que ha tenido que hipotecar varias mansiones, poner a la venta los 2,5 millones de copias de ‘Kiss Me Once’ que tenía en el almacén e incluso subastar a Dannii Minogue, aunque sin la esperanza de que le dieran demasiado por ella, máxime siendo una hermana de segunda mano y restaurada.
Un enorme fajo de billetes para dar forma al clip de la única de las canciones inédita de ‘Step Back In Time’, el nuevo recopilatorio de Kylie tras ‘Greatest Hits’ (1992), ‘Hits+’ (2000), ‘Confide In Me’ (2002), ‘Greatest Hits’ (2002), ‘Greatest Hits 87-99’ (2003), ‘Artist Collection’ (2004), ‘Ultimate Kylie’ (2004), ‘Confide In Me: The Irresistible Kylie’ (2007), ‘Hits’ (2011), ‘The Best Of Kylie Minogue’ (2012), ‘The Abbey Road Sessions’ (2012) y ‘Confide In Me’ (2016), ‘New York City’.
Ha tirado la casa por la ventana, literalmente, en plan Dorothy cuando llegó a Oz. La casa, de hecho, ha aplastado los CD singles sobrantes de ‘Into The Blue‘, tal es el shade de no incluirla en el tracklist. “Ding-dong, the flop is dead!” se ha escuchado cantar a un puñado de australianos borrachos que pasaban por al lado del montón de singles y que por poco confunden a Kylie con Carlos Baute.
Volvamos al vídeo: tal es la inversión de dinero de ‘New York City’, que la bolsa australiana ha anunciado enormes perdidas, y el gobierno nuevos ajustes a los impuestos, para poder financiar lo que venga después del estreno. Kylie ha pedido varios préstamos, pues su 12ª cara como aval, y llevado a la quiebra a varias entidades, para no dejar a los fans con el sabor de boca de haber rodado algo que no estuviera a la altura.
