Pobre Kesha, que en su discográfica no le dejan hacer nada. No puede grabar, no puede hacer directos, no puede trabajar con más gente que con Dr. Luke, así que se conforma con sacar su tercer single en apenas un par de meses, evidentemente, no producido por Dr. Luke, y con un vídeo que la acompaña.
¡Es que no le dejan hacer nada a la mujer! Ni siquiera la dejan grabar un tercer clip de un álbum que todavía no se ha puesto a la venta y no precisamente de fondo blanco y tres focos. Ni siquiera le dejan gastarse un buen dinero en rodar un clip en el que repasa sus cintas de vídeo caseras y luego las recrea como adulta en un bosque.
Pobre Kesha, a la que tampoco se le permite salir con el pelo gris azulado y un traje verde en la que es, posiblemente, la canción más pop de las tres que ha editado hasta la fecha, aunque siga teniendo un toquecito country que, por descontado, en Kemosabe no le dejan tener. FreeKesha, porque a este paso, la pobre va a quedarse fósil y todavía no hemos escuchado ni doce singles de ‘Rainbow’.
La pobre Kesha. Si no fuera porque su discográfica le prohibe grabar productos que no le vengan impuestos, diríamos que estas tres canciones le han servido para quitarse sus problemas de encima, y hablar libremente de su situación emocional. Eso sería, por supuesto, de no ser porque no-le-de-jan-ha-cer-na-da.
Free Kesha.