Las redes sociales le tienen ganas a Justin Bieber, pero lo cierto es que el muchacho no termina de agenciarse ningún flop: ‘Holy’ ha sido Platino en Estados Unidos, alcanzando el #3 de Billboard, la balada ‘Lonely’ llegó al #12 con otro Platino y ‘Anyone’, la que más ha sufrido, fue #6 y ya es Oro. De hecho, en UK llegó al #4, con casi dos meses en el top10.
Por tanto, su nuevo álbum, ‘Justice’, debería publicarse el próximo 19 de marzo sin grandes problemas, después del relativo traspiés de ‘Changes’, que sin ser ningún flop, alejó a muchos de los consumidores de ‘Purpose’, su mayor éxito hasta hoy. Pero a pesar del éxito de los singles, nos hacemos una pregunta: ¿son estas canciones el suficiente imán para el consumo de un álbum repleto de ellas? ¿O son simplemente temas agradables, fáciles de playlistear y radiar, que no llevan a mucho más? He ahí el posible peligro de sexto álbum del cantante.
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Y es que su nuevo single, ‘Hold On’, vuelve a pecar de lo mismo. Es un tema agradable, bastante más que ‘Anyone’, de hecho, pero continúa por esa misma senda pop un tanto genérica, que no atrapa como atrapaban las propuestas de antaño. Sí, al menos no es el R&B condescendiente de bodrios como ‘Intentions’, pero tampoco es que derroche personalidad en realidad.
Y la que él le está dando al imaginario visual del álbum es aún más trágica. Porque tanto en ‘Holy’ como en ‘Anyone’, Justin intentaba ejercer de actor, dando vida a personajes del Estados Unidos de clase media-baja, y la aventura continúa con ‘Hold On’. Y oye, está bien simbolizar la desesperación, como es el caso, del americano medio con el tema de los servicios de salud de pago, pero también es cierto que con Justin Bieber en imágenes, la historia queda bastante inverosímil.
Y ‘Hold On’, el tema, tampoco se presta especialmente a darle mayor credibilidad. Necesitamos que vuelva el Justin estrella del pop.
