Si habláramos con códigos de Belén Esteban en 2010, diríamos que a Justin Bieber le está dando una subida de azúcar. Diríamos que está malito. Que tiene diabeti. Así dicho y en singular. Justin llegar una racha de salud malísima y en las últimas semanas ha mostrado señales de que, llamadle loco, alguien debería intervenir en la historia si quiere que llegue a celebrar el 15 aniversario de su álbum navideño, Under The Mistletoe. Porque si es por él, ya nos digo que tiene el viaje de ida reservado en Nautalia y no parece que haya nadie dispuesto a decirle que lo retrase un poco, que siempre hay más cruceros.


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Esta semana la noticia es que ha sido visto en Coachella con un aspecto preocupante. Para colmo de males, el vídeo se ha subido a las redes de algunos medios diciendo que estaba “divirtiéndose con amigos”. Imagino que cuando vieron West Side Story, esta misma gente la describió como “un grupo de colegas queda para pelar patatas en la plaza del pueblo”.

La cuestión ahora es la raíz del problema, porque Justin Bieber lleva unos tres años alejado del foco mediático y fuera de la industria musical, sigue oficialmente casado con su mujer y tiene un hijo de ocho meses. En teoría, debería estar en su momento de mayor calma personal. Si preguntas a Stan Twitter, te dirían que Bieber sigue obsesionado con Selena Gomez y que su relación con Benny Blanco lo ha llevado a desesperarse. Un pensamiento francamente simplista si valoramos la otra posibilidad, aunque bien es cierto que algún tirito le ha pegado en redes a la pareja. No pun intended.

Y es que lo que posiblemente ha disparado el malestar mental de Bieber es el caso de Diddy, que trabajó directamente con él cuando aún tenía 15 años y estaba tutelado por Usher. Recordemos que Diddy, que está ahora mismo en prisión por tráfico sexual, crimen organizado y transporte con fines de prostitución, tuvo su custodia durante 48 horas en su primer año de carrera. “Vamos a hacer cosas loquísimas”, decía en un vídeo con el muchacho al lado. También os digo: imaginad qué hambrientos de pasta tenían que estar aquellos padres. Eran el mismísimo Kirby en la caja fuerte del Banco de España.

El goteo de noticias sobre si Bieber pudo o no ser víctima de Diddy, la rumorología que rodea al caso y el acoso mediático que vive desde que saltara la noticia de la detención del rapero lucen a haber tenido mucho mayor impacto en la salud mental de Justin que si Selena y Benny están publicando covers de Jeanette, sinceramente.

Veremos si en los próximos meses alguien es capaz de hacerle tomar las riendas de su vida o si, por lo contrario, ese crucero por el mediterráneo termina partiendo con él mientras el resto de su mundo mira a distancia.

@highxtar

Preocupación de los fans de @Justin Bieber por su estado de salud tras sus últimas apariciones en redes 👀 #highxtar #justinbieber #haileybieber #live #justin #bieber #breakingnews

♬ sonido original – HIGHXTAR.

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