La noticia pop de las últimas horas es que Justin Bieber ha anunciado que se venía con un smash, para pocas horas después aclarar que de smash nada, que se toma un descanso de la música. Y ya estamos todos en plan “¡se toma un descanso!”, “se retira”, “Mónica (…) Gil”, etc, cuando en realidad, queridos amigos: ¿dónde exactamente hemos visto a Justin Bieber en los último cuatro años?
Es decir, desde la publicación de ‘Purpose’ es verdad que se ha permitido alguna colaboración, con Guetta, con DJ Khaled o Bloodpop, pero a pesar de su mayor o menor éxito, el cantante no se ha expuesto ni ha pretendido promocionar ninguno de los temas. Es decir, que Bieber lleva retirado desde que la gira de aquel disco llegó a su final. La noticia es realmente ninguna: el tipo de noticia que nos encanta.
Bieber ha tomado Instagram para aclarar la situación, confirmar que se centrara en trabajar su psique, cuidar de su familia e intentar ser padre:
“He leído un montón de mensajes en los que me pedís un álbum… He estado de gira toda mi adolescencia y mis primeros veintes, y me he dado cuenta de que, como notaríais, en mi último tour no era feliz, y ni yo ni vosotros nos merecemos eso. Veníais a ver un espectáculo divertido y lleno de energía y yo no era capaz de ofrecer eso en la última parte del tour. (…) Ahora mismo estoy centrado en reparar algunos problemas que tengo conmigo mismo para no volver a caer, para poder mantener mi matrimonio y ser el padre que quiero ser. La música es importantísima para mí, pero nada se antepone a mi familia y mi salud. Volveré con un álbum genial lo antes posible.”
Vamos, que tendremos que seguir esperando. En cualquier caso, las ventas de ‘Purpose’ (sobre 6 millones mundiales) y los datos de streaming del artista le garantizan ya un buen colchón de cara a su comeback: no hay prisa por el comeback de Bieber.