Oh, vaya, qué sorpresa. El público conservador americano ha decidido apuntarse a los cursos de enseñanza para mayores y aprender a escribir, para poder poner quejas sobre el show que Shakira y Jennifer Lopez dieron en el intermedio de la Super Bowl. A ver, nos enfadamos por el hecho, pero en realidad fueron apenas 1.300 las quejas que recibieron la colombiana y la del Block por su medley de un cuarto de hora. Es decir, que se quejó como el 0,0004% del pueblo estadounidense, y el 0,001% de la gente que vio la emisión en directo.
Las quejas hechas públicas, por supuesto, hablan de que las cantantes iban “medio desnudas”, de que “el show no era apropiado para un evento familiar” y de que “Jennifer Lopez se tocaba la entrepierna en exceso”, que es algo que nos fascina porque da la sensación de que la mujer se estaba haciendo un dedo en directo. Llegan a ver la de Michael Jackson y directamente piden que la Super Bowl se anexione a PornHub, imaginamos.
Pero claro, no, porque Michael Jackson era un tío. Y los tíos pueden andar medio desnudos en el escenario, que apenas recibirán 93 quejas. Las que, después de una actuación sudorosa en topless, recibió Adam Levine el pasado año. Es decir, llevando notablemente menos ropa en el directo, el cantante fue acusado de “inapropiado” 14 veces menos que Shakira y Jennifer Lopez. Es francamente sorprendente.
En fin, también imaginamos que es lo que tiene generar interés frente a no hacerlo: cuánta más gente está pendiente de algo, más gente pesada lo está también. Y si no, el dato: en apenas tres semanas de presencia en Youtube, Shakira y Jennifer han sido reproducidas 135 millones de veces en el canal oficial de la NFL. ¿Maroon 5? 14 millones en un año entero.
Ladran, luego cabalgamos.