Cada cierto tiempo, Jason Derulo vuelve con una propuesta destinada a ser escuchada durante 30 segundos es TikTok y, por ende, meterse en los playlists de medio planeta a través de las plataformas de streaming. ¿Consecuencia? Los hits reales de Jason Derulo son cada vez más puntuales, pero la mayoría de sus temas supera sus 100 milloncitos de streams. La paradoja de las cifras y las listas: cuando no hay correlación… sospecha.
Y la canción destinada a hacer eso durante el verano es ‘Slidin‘, con Kodak Black. En resumidas cuentas, es un rip-off del ‘Dynamite‘ de BTS y todas esas propuestas de funky-disco refrescante que vinieron en consecuencia de su éxito. ¿Es original? No. ¿Va a darle un Grammy? Tampoco. ¿Suena en unos altavoces y te apetece mover un poco el cucu sin poner cara de asco? Pues la verdad es que sí y, considerando su curriculum musical de los últimos años, es noticia que lo consiga sin que los oyentes necesiten llevar cuatro chupitos de Jager encima.
Por tanto, tenemos un tema entretenido, una colaboración no especialmente molesta… ¿dónde podía cagarla Jason Derulo para mantener los niveles de cringe habituales? Efectivamente, en el vídeo oficial de la canción, que parece estancado hace más de una década. Un imaginario de tetas, culos, machirulismo del muchachito sexy rodeado de chicas desesperadas por tocar su ‘Swalla‘… hijo, de verdad. Es que incluso David Guetta pasó página de semejantes alardes de misoginia cutres.
Es que no hay H&S en el mercado que consiga retirar toda esa caspa de encima del vídeo. El vídeo es prácticamente Arendelle, si Elsa tuviera el poder de un cuero cabelludo lamentable. El vídeo es una Nochevieja en casa de Pablo López, el vídeo es una escaleta de ‘El Hormiguero’. Y es una pena, porque el actor de ‘Cats‘ podía habernos ganado un poco con esta chorradita.
Pero es lo mismo de siempre con el disfraz de la moda de turno. La moda de, por cierto, hace ya un tiempo, amorch.
