Más que abrir un melón, lo que ha hecho el documental sobre la custodia de Britney Spears, ‘Framing Britney Spears’, es abrir un melonar entero. Uno va tratando de avanzar por el campo, pero todos son melones, mete el pie en un melón a cada paso. Podríamos hacernos unas chancletas de melón y tratar de salir de allí apoyados en dos mitades del melón para no seguir cayendo en más. Una refrescante y a la vez agobiante metáfora que nos sirve para hablar de lo de Iggy Azalea.
Resulta que la rapera, que colaboró con Britney Spears en el infame ‘Pretty Girls’ de 2015, ha hablado también sobre el movimiento #FreeBritney y la situación en la que la cantante podría estar, desvelando que su padre, Jamie Spears, obliga a todo participante de eventos con ella a firmar contratos de confidencialidad que les impidan hablar de ellos más adelante. Estas son algunas de las cosas que ha comentado por Twitter:
“Lo que veo es que hay gente preguntándome por cómo de autónoma o coherente es ella. Lo que tiene relación con la salud mental. No tengo ni idea de si estaba medicada o no los ratos en los que yo estaba por allí. Es mejor dejar a la gente que conoce el caso al 100% que comente, que es algo que ya está ocurriendo.
(…)
Lo que me parece es que estoy hablando sobre la salud mental de alguien ha quien no he visto en años y me resulta inapropiado. Además todos firmamos contratos de confidencialidad… igual hay más gente que lo siente así, yo qué sé. Espero que Britney esté bien, es súper simpática y dulce.
(…)
Vi ciertas cosas pero no se si eran por la medicación, o si las cosas que vi eran la causa de que tenga que estar medicada. Mucha gente está confusa con lo que vieron y simplemente no quiero causarle un mayor estrés. Además, está el tema de los contratos de confidencialidad con lo que el padre estaba realmente obsesionado.”
A pesar de lo neutral de su mensaje en líneas generales, motivado por el contrato y el respeto a la situación de Spears, Azalea sí que contribuye a la imagen algo cucú que se está dibujando de Jamie Spears en los últimos días. Además, abre otro melón (¿veis?), el de las situaciones que pudieron vivirse allí durante la grabación. ¿Se atreverá alguien algún día a saltarse ese contrato silenciador? ¿Lo hará la propia Spears?
Por cierto, Iggy Azalea está de celebración en los últimos días, porque ha recibido el Disco de Platino por ‘Kream’, un single de 2018 que le otorga su primer millón de unidades desde 2015, cuando también lo lograra por ‘Beg For It’.
