Selena Gomez está pasando unos durísimos momentos en sus redes sociales tras escribir un mensaje de apoyo a Dios sabe qué y en contra de Dios sabe qué otro qué en su Instagram. La actriz de ‘Solo Asesinatos En El Edificio’ –talk about perfect timing– escribió hace unos días un comunicado en tono Verónica Romero a favor de la paz, del amor, y un poco en clave “¿¡pero es que nadie va a pensar en los niños!?”, tratando de lucir su vena más influencer sin caer en posicionamiento alguno.
Y claro, la gente no tardó en explicarle que no estaba diciendo nada. Que a estas alturas de la movida, escribir un mensaje en redes tibio y sin un objetivo claro es un poco como cuando en ‘SpiceWorld: The Movie’ Mel B se vestía de Geri Halliwell y decía a cámara “bla, bla, bla, poder para las chicas, feminismo, ¿sabes lo que digo?”.
Selena estalló. Estaba harta. Anunció que no apoyaba nada de lo que estaba ocurriendo (¡absolutamente nada! ¡no al timo ibérico! ¡basta de respecas en el Melodifestivalen! ¡Ya basta de conciertos jazz de Lady Gaga!) y que borraba Instagram y se tomaba un descanso.
No es la primera vez que Selena Gomez abandona sus redes sociales durante un cuarto de hora en favor de su what-she-calls salud mental. Generalmente sus breaks durante entre 14 segundos y un cuarto de hora, el tiempo suficiente como para recibir la llamada de su publicista pidiéndole que se tome un matcha y vuelva a instalarse la app.
Esta vez, Selena Gomez ha cumplido su promesa: ha borrado su Instagram. Pero nadie dijo nada de entrar a la web de la red social. Tal y como prometió, borró la app. Pero sigue teniendo Google Chrome y ya puede estallar la guerra en Corea que ella el Chrome no va a eliminarlo.
De modo que aprovechó para dejar un comentario a SZA en su última publicación de Instagram y darle like. Selena puso así todo el empeño por conseguir superar su récord de ausencia en Instagram. Lamentablemente no lo consiguió, pues estuvo inactiva durante 42 segundos, 7 segundos más que aquella vez que eliminó la aplicación cuando hubo una movida con una guerrilla chiita y ella la confundió con la mona de Tarzán.
