‘Operación Triunfo 2018’ ha llegado a su final, y Dios bendiga el final de ‘Operación Triunfo 2018’, porque es lo mejor que podía pasarle al concurso a estas alturas. En una final con sus clásicos vídeos en exceso, su reencuentro de concursantes manido y sus familiares aquí t y allá defendiendo a cada finalista, el programa ha coronado a Famous ganador, casi por sorpresa y sin que nadie lo esperara demasiado.
Es más, el sevillano se imponía con apenas un 1% de margen sobre Alba Reche, y con Tinet confirmando que en la segunda ronda de votaciones, con Julia y Sabela fuera de juego, hubo sorpasso. Es decir, que posiblemente la concursante rubia se quedó sin premio con la noche bien avanzada ya.
Pero, ¿qué es lo que ha llevado a Famous a terminar su trayectoria de ‘OT’ en todo lo alto? Estas son, según nuestro punto de vista, las claves del ganador del último ‘OT’:
Un concurso increscendo
Famous ha ido ganando peso poco a poco en el programa. La eliminación del resto de chicos de la edición, dejándole con la única competencia de Miki -que jugaba en un estilo completamente opuesto al suyo- ha ido reforzando su posición en el programa, pero además, sus actuaciones en solitario también le han beneficiado: está claro que la gente recuerda más su ‘Uptown Funk’, su ‘Take Me To Church’ o su ‘Nobody But You’ por encima de lo que recuerdan su ‘1, 2, 3’, su ‘What A Fool Believes’ o su ‘Déjala Que Baile’. Salvo en ‘Feel It Still’, donde brilló sobremanera junto a Natalia, el concurso de Famous ha ido ganando peso cuando se ha quedado sólo en el escenario.
Está claro que la elección de canciones le ha beneficiado, por lo general, pero esa regla también se aplicaba a las otra dos concursantes del podio: es innegable que Alba y Natalia partían, en ese sentido, con ventaja sobre Julia y sobre todo Sabela.
Un factible nicho de mercado
Famous podría tener una buena oportunidad de mercado en España, aunque será algo a descubrir con el paso de los meses: si su música tira por un pop con cierto corte soulero, se distanciará de los perfiles más clásicos del país, algo que por ejemplo, Miki, Dave o Damion tienen más difícil, porque sus perfiles son, de primera al menos, más típicos de lo radio-friendly o lo sales-friendly.
Veremos si Famous opta por quedarse con ese pedazo del pastel, y lo que es más importante: si el país reacciona positivamente ante una propuesta así, o prefiere los perfiles que le son más reconocibles.
El personaje de reality, corte Rosa López
Otra de las cosas que han favorecido a Famous sobre el resto de finalistas, es que cumple con un clásico de los reality shows de corte blanco: es el típico personaje unproblematic, que tiene un punto de ternura y al que no se ve defenderse bien delante de las cámaras. Algo que las cuatro finalistas restantes sí hacían bien: eran mujeres fuertes, capaces de sostener bien una entrevista, sin vergüenza, echadas pa’lante, vaya. Pero Famous cumplía con ese punto naive del que se estrena en un plató de televisión sin saber muy bien qué hacer: confesaba ponerse nervioso delante de Roberto Leal, no sabía responder en condiciones… ¡llegó a caerse del sofá en una de las galas! Una torpeza mediática que, inevitablemente, lo ha acercado al público.
Por supuesto, además se venía arriba en el escenario, contrastando con su personalidad fuera de él, un perfil del todo Rosa López entre tanto David Bisbal en plató.