Tres años han pasado desde el último disco de estudio de Anastacia, ‘Resurrection’, que no significo especialmente un resurgir para la artista, como tampoco su siguiente grandes éxitos fue un ídem. Ahora, presenta el tercer lanzamiento consecutivo con un título confuso ‘Evolution’, porque tras varias escuchas, vemos de todo en el trabajo, excepto lo que anuncia en su nombre.
Anastacia lleva 17 años en el mundo musical desde la publicación de ‘Not That Kind‘, y si queda algo claro, es que precisamente a estas alturas, tampoco necesita sorprendernos con nada, pero claro, eso también tiene sus consecuencias en el resultado de sus trabajos. Veamos, antes de seguir analizándolo, con que tres cortes nos quedamos en ‘Evolution’:
Higher Livin’
La canción que cierra su nuevo disco es la que presenta la que nosotros hubiÉramos propuesto como idea general para ‘Evolution’: la vuelta al sonido de su debut. No es el único corte que recuerda a ‘Not That Kind’, pero sí posiblemente el más evidente. Suena a Nueva York, a aquella Anastacia que aún se acercaba más a la pista de baile que al escenario rock, con un saborcito disco-góspel, que a muchos, de hecho, podría traerles a la cabeza aquel ‘Made For Lovin’ You’ que sirvió como uno de sus primeros singles. El éxito, precisamente, de la involución.
Nobody Loves Me Better
En el segundo de los tracks elegidos, vemos a Anastacia tirando por derroteros más Motown, un poco más en el escenario de Bruno Mars, con la voz controlada, sin tremendos excesos, pero dejándola vez, y con una de las estructuras más claras del disco, otro de los grandes problemas que la cantante ha tenido en ‘Evolution’. En ‘Nobody’, todo queda claro, todo bien separado, todo perfectamente construido para sacarse partido como el primer día.
Reckless
Los datos: ‘Reckless’ corre a cargo de Louis Biancaniello y Sam Watters: ¿Recuerdas ‘I’m Outta Love’ o ‘One Day In Your Life’? Bueno, pues ese es el camino que sigue esta canción. De nuevo, una Anastacia más disco y funky, un estribillo demoledor, un fraseo en la segunda mitad que la devuelven al pop noventero que da gusto. Y es que en Anastacia la nostalgia funciona, pero le ha sacado por partido fuera de estas directrices.
La magia de esa involución dura, sin embargo, más bien poco, porque el proyecto vuelve a tirar del sonido al que Anastacia se viene aferrando desde su tercer álbum, y que no suele dejar margen a demasiada improvisación. Y oye, no se le da mal, pero el producto ha ido perdiendo frescura con los años y al final, ‘Evolution’ se hace pesado de escuchar a pesar de contener sólo 13 temas.
Las baladas, tan oscuras como cabía predecir. Los uptempos, tan sprock como ya imaginabas. En ‘Why’, por ejemplo, los arreglos de balada metal los hemos escuchado en un millón de ocasiones; ‘Stamina’, que tiene el nombre que la cantante quería para el disco, por cierto, es un corte al piano con arreglos poco memorables; la balada pop ‘Not Coming Down’, es apañada pero llega demasiado tarde en el transcurso del disco y no consigue destacar a pesar de su potente estribillo.
El drama de los uptempos es aún peor, porque hay unas cuantas oportunidades perdidas: ¿quién destrozó la estructura de ‘Redlight’, dejando un corte de lo más Olly Murs sin oportunidad de factor sing-a-long? El amago rock electrónico de ‘Boxer’ suena pasadísimo de moda y de rosca y está faltísimo de personalidad, que siendo un track de Anastacia, ya es delito.
‘Evolution’ se deja escuchar, también ayudado porque siempre hemos sido seguidores de la cantante, pero falla en los factores de base, no cumple con su nombre y pierde la oportunidad de hacer renacer a Anastacia con un segundo ‘Not That Kind’ al que parece que ya no se resiste tanto, como hemos visto en los tracks destacados.
