Vamos allá con el análisis de las canciones de Eurovisión 2020. Sí, sabemos que el Festival no tendrá lugar y que muchos de sus artistas repetirán en 2021 con nuevas composiciones, pero vamos a ir analizando las canciones que podíamos haber visto en el escenario de Rotterdam este año. Independientemente de que no se celebre el Festival, Eurovisión vuelve a dejarnos un catálogo de 41 canciones dignas de reseñar.
Malta | ‘All Of My Love’, Destiny
Posición final en las casa de apuestas: 8/41
Malta podía haber sido la sentencia de Suecia de cara a este año: el país se presentaba con la misma fórmula que la propuesta sueca, una canción pop con elementos del góspel, pero producción bailable. Y aunque las suecas tenían un factor más petardo y Destiny se lo tomaba más en serio por Malta, lo cierto es que la melodía de su tema es bastante redondo si pensamos en que se quede en la cabeza de alguien en apenas tres minutos. ‘All Of My Love’ es eficaz.
Y aunque el vídeo se vista de conceptual -la intro de su inicio es insufrible-, después se va adaptando mejor a una canción que lo único que pide son túnicas y mensaje edulcorado y unificador. ¿Podía haber arriesgado un poco más acercando la base del tema hacia algo más house? Podría, pero la propuesta maltesa era bastante redonda de por sí. Muy para convencer por igual a jurado y televoto.
Croacia | ‘Divlji Vjetre’, Damir Kedžo
Posición final en las casa de apuestas: 39/41
El pobre muchacho croata tenía se ha comido una de las canciones menos apoyadas de la edición en las casas de apuestas, y tampoco nos parece para eso. ‘Divlji Vjetre’ es una balada de esas del universo eurovisivo, que fuera del contexto del Festival posiblemente no llegarían a ningún lado, pero que como parte de él, pueden ser un poco caramelito.
Mientras él se desgañita y un coro femenino acompaña, suenan la percusión clásica de downtempo que anima a las tropas del país. La propuesta cuenta con un buen estribillo y post-chorus, la verdad. ¿Cuál es, entonces, el problema? Una puesta en escena que le resta absolutamente. Los visuales geométricos, las estrellitas previsibles, los planos cenitales para lucir cuadraditos… lo que la canción croata necesita es sobriedad y estilo, también en las pantallas.
Austria | ‘Alive’, Vincent Bueno
Posición final en las casa de apuestas: 31/41
Esta es otra de esas canciones que, dependiendo del directo eso sí, hubiera desafiado las apuestas iniciales. ‘Alive’ de Vincent Bueno es un funky clasicote, que no arriesga demasiado, pero que tiene fácil convencer a un público ya hecho al sonido en los últimos años. Vincent no es el inventor del fuego ni lo pretende, firma una propuesta entretenida, pegadiza, y con un vídeo que acompaña con buena factura. Aunque le falten un par de focos.
El problema de Austria podría haber sido el de la repetición de fórmula: este tipo de canciones se vienen presentando cada año y, quizás por eso había una falta de confianza en ella. Es cierto que hemos perdido la cuenta de los candidatos haciendo el moonwalk con funkys ochenteros. Pero sigue siendo una fórmula que nos convence en pequeñas dosis: no veíamos a Austria perdiendo la batalla tan fácilmente.
Serbia | ‘Hasta La Vista’, Hurricane
Posición final en las casa de apuestas: 22/41
La propuesta de Serbia está tan demodé en todos los sentidos que a uno le cuesta interpretar si realmente son conscientes de ello y le están sacando partido, o si realmente está viendo a un puñado de Cock Destroyers creyéndose modernas con todo ese pack. Porque la producción del tema suena, amén de bastante budget, bastante 2008; pero es que el vídeo está también muy en esa fina línea que separa lo pasadísimo de moda del encanto autoconsciente.
Las extensiones dando vueltas con los golpes de melena, esa base industrial a todo trapo, esos hooks tan a la vista que las costuras de la canción se van deshaciendo según avanza el reproductor… lo de Serbia es un cuadro de comedor, salvo que se exponga como cuadro de comedor y se saque partido a la situación. Pero en el universo de Eurovisión eso siempre se antoja complicado: uno nunca termina de saber lo consciente que es un artista de que lo que hace llega un puñado de años tarde.
Moldavia | ‘Prison’, Natalia Gordienko
Posición final en las casa de apuestas: 32/41
La de Moldavia es otra de esas baladas que sólo se entienden dentro del universo eurovisivo. El exceso hecho estribillo, pero combinado con versos más minimal. Que no sea por no intentar hacerla pasar por algo elegante. Pero claro, la muchacha arranca con las notas altas, rodeada de electrónica, folk, inglés, Britney Spears, pop.
Una batidora de elementos que no chirrían en exceso, pero porque esto es Eurovisión y todos sabemos que ella cantará desde su pedestal, con un vestido imposible de lentejuelas mientras las luces provocan epilepsia en cada golpe de percusión del tema. Y Moldavia apuesta con esto por buscar su ‘Proud’ de este año y convencer al jurado. Pero es un tanto demasiado para conseguir ese objetivo, de primeras. Nunca lo sabremos.