No vamos a compartir la actuación de Estrella Morente anoche en ‘Operación Triunfo’. La artista acudía al programa a cantar ‘Volver’ junto a la favorita de la pasada semana, Nia, y a darse un poco de autobombo. Lo que el programa no parecía saber es que la artista se presentaba allí no solo a cantar, sino a hacer un contra posicionado taurino frente a la opinión antitaurina de Maialen en una de las comidas dentro de la Academia en los últimos días.
De modo que Estrella Morente alteró el inicio de ‘Volver’ y aprovechó para colar unos versos de Jose Bergamín, nacido en 1895, en los que defendía la tauromaquia como un “arte” en el que el toro y el torero están en posición de igualdad y el toro no sufre porque el torero no lo mata. 1895, insistó. Bergamín, no Estrella Morente, que aunque nadie lo diría, aún no ha cumplido 40 años, aunque viva en la década de los 40.
Una auténtica cobarde
Estrella Morente, además de una sinvergüenza, fue una auténtica cobarde. Porque si tan bien considera que está su opinión, si tan valida opina que es, si tan normal le parece el asesinato de toros en plazas del país… ¿por qué no ensayó el tema con la letra final? ¿por qué no dio aviso de que cambiaría la letra para incluir los versos? ¿Temía, acaso, que el programa le diera una negativa? ¿Por qué iba a dársela, si considera ella tan normal semejante alegato?
Sólo actúan de tapadillo las personas que se saben discutidas, y para evitar cualquier debate, sueltan su opinión en el momento en el que nadie puede rebatírsela. ¿Qué iba a hacer la dirección del programa, cortarle el micro? ¿Iniciar un debate taurino en directo? ¿Qué iba a hacer Nia, salir del escenario de forma repentina? Una auténtica cobarde la señora Morente, echando por tierra toda su carrera por soltar basura por la boca. En forma de versos, que tendrían valía a principios del siglo pasado, pero no ahora.
¿O deberíamos también hacer alegatos en favor del garrote vil en el prime time? ¿O de la quema de mujeres a las que consideremos brujas?
Una falta de respeto a tres bandas
Más allá del mensaje, la sinvergonzonería de Estrella Morente fue profesional: dejó en la estacada a una joven que estaba a su lado, perpleja, sin saber qué hacer y siendo parte de un número cuyo mensaje no apoyaba. Nia debía haberle dado la espalda a Morente durante toda su actuación, y lucirse ignorándola por completo, como hizo ella al inicio. Además, el dedito acusador de Estrella, como intentando educar a quién la veía a golpe de regla en los pulgares, llevando su ridículo al máximo.
Pero no sólo le faltó el respeto a Nia, se lo faltó también a la organización del programa, improvisando sin previo aviso, como ya se han encargado de explicar en redes sociales, y a todo el equipo técnico, que se vio con una mujer en escena dispuesta a soltar cualquier burrada ante millón y medio de espectadores. Repugnante.
Estrella Morente quedará en la memoria de al menos dos generaciones jóvenes como un auténtico chiste, un absurdo viral asqueroso que defendía una cultura obsoleta y egocéntrica. No merece más. Televisión Española salió a dar explicaciones por lo comentarios antitaurinos de Maialen los últimos días, de modo que esperamos que también lo haga para dejar a esta cromañón cobarde en la posición que merece.
Podéis poner vuestra queja en la web del Defensor del Espectador, como ya hemos hecho nosotros.
