Desde luego, si alguien se ha quedado totalmente fuera de este momento medio woke del pop actual, del feminismo y de la historia político-social y racial en Estados Unidos, esa es Jennifer Lopez, que está probando con su lado más frívolo a la hora de convencer, sin demasiado éxito, al público estadounidense.
Y es que uno no deja de preguntarse cómo Jennifer Lopez sigue bajando la barra cualitativa a niveles como los de su nuevo single en inglés, ‘Dinero’ -sí, es en inglés a pesar del título-. En el tema, que sigue alejando a la cantante de la gente de la calle, casi repitiendo el patrón de problema de Mariah Carey, y dejándola como diva y showgirl, Lopez ni aprovecha el sampleo de merengue, ni la presencia de DJ Khaled, ni siquiera la de una Cardi B que, para colmo de males, difícilmente podrá acompañarla ya, embarazadísima como está, en la promo del single, que arrancará en los Billboard Music Awards.
A Jennifer Lopez le ha quedado un tema insípido que ni siquiera parece estar gustando a un público latino más fácil de contentar: ‘Dinero’ sólo aguanta en el top40 del iTunes de media docena de pequeños países (en España es #34), y en el top100 de escuchas de un par de ellos en Spotify. Corre algo de mejor suerte en media docena de países en Apple Music, donde resiste en el top100. Una arranque francamente ridículo al que habrá que ver cómo afectan los Billboard.
Y es que a uno le da que pensar por qué Jennifer Lopez insiste en el mercado americano angloparlante que la ignora desde hace 6 años, cuando ‘Dance Again’ le dio su último hit moderado, llegando al #12. En el mercado latino, su tremendamente machista ‘El Anillo’ funciona algo mejor, especialmente en España, donde es top5 en iTunes, Youtube y Apple Music.
