Tate McRae necesita recuperarse del batacazo que supuso ‘Exes‘ después del enorme éxito de ‘Greedy‘, que tampoco terminó como impulsar como debía el lanzamiento del álbum completo, ‘Think Later‘. Ninguna de las dos cosas fue horriblemente mal, pero dejaron la sensación de que el globo del single de mayor éxito se había desinflado rapidísimo. Y Tate ha quedado en ese pantanoso terreno un tanto Camila Cabello post-‘Havana‘ en el que necesita un smash que no la haga quedar como una faux-one-hit-wonder (porque la realidad es que tiene más tracks de éxito a espaldas).
Esa canción puede ser ‘It’s OK I’m OK’, su nuevo single, que ya arranca una nueva era. La canción ha tenido un lanzamiento ambicioso hypeado por redes sociales con notable éxito y apoyado en un espectacular vídeo en el que McRae, las cosas como son, tickea cada casillita de estrella del pop. Porque se las ha estudiado a fondo.
‘It’s OK I’m OK’ incluye guiños a sesiones de fotos de Christina Aguilera, a ‘I Wanna Go’ de Britney Spears, a ‘When I Grow Up’ de las Pussycat Dolls… tiene pelografía, tiene estilismos fascinantemente imposibles y aporta todo el dosmileo posible en un solo clip. Y ella atrapa, porque pocas artistas del pop actual tienen esa capacidad coreográfica. O pocas tiran de ella, mejor dicho.
Dicho esto, lo que no se tiene tan estudiado Tate es el catálogo de todas ellas. A este single, como en general a su material, le falta bastante chicha. Tiene ese espíritu Nelly-Furtadesco de la época ‘Loose‘, pero más bien suena a las producciones posteriores que intentaban imitar el sonido sin llegar a tener el mismo gancho. Es un tema pop correcto, pero no es el bop que un estribillo hablado podría permitir. Todo el suelo pélvico que Tate pone en bandeja en el clip está a medio hacer en el estudio. Le falta un vuelta y vuelta.
Y de verdad, ya es un ruego que os hacemos desde aquí, estrellas del pop: dejad de confiar en Ryan Tedder para darle forma a un banger. Es una persona aburridísima.
Será tu rollo si: estás tan sediento de pop coreografíado que te agarrarías a un clavo ardiendo; te encanta decir de cualquier cantante con melena “es la nueva Britney”; sigues esperando un comeback de Nelly Furtado.
