Empiezo diciendo que la palabra ‘feligrés‘ se utiliza poco en nuestro vocabulario y debería utilizarse más. Aunque si lo pensáis en frío, suena como a pastelito relleno de crema. Un feligrés. “Me pones un feligrés y un cacao. Para tomar aquí. Gracias”. Entiendo que en vuestra mente no tienen ningún sentido pero en la mia es el mejor plan de tarde que se me ocurre. He imaginado hasta el tono de las paredes de la pastelería.
Me centro en Soraya, que la muchacha es protagonista de este post y no un pastel imaginario. Soraya es una de las artistas que más me desconcierta del país. Un día de pronto es la reina del dance, al siguiente la ves convertida en Tamara la Mala, la de los boleros, y llega el verano y se desmelena con un latineo verbenero. Que uno pensaría que oye, toca todos los palos. Pero claro, si esto fuera una cata de palos, Soraya hay géneros que directamente agrede y otros que acaricia. No son palos manoseados con equidad. Ya se me ha vuelto a descentrar el tema.
Lo que quiero decir es que Soraya donde con más tino se maneja, muy a su aparente pesar según el mes en el que la pilles, sigue siendo el dance-pop. Porque tiene ojo. Porque conoce las referencias, maneja las melodías, tiene la voz y tiene la forma de ponerse al servicio del tema una vez le ha dado forma. Y ‘Heaven Knows’ es el ejemplo perfecto de que esto es asi.
Soraya tiene estudiados, de la misma forma, los clásicos de Alexia en 1997 y los de Calvin Harris en los últimos meses. Lo mismo es Gala que es Casso. Y con todo ello, sigue manteniendo un pie en el pop más efectivo: ‘Heaven Knows‘ tiene una estructura súper reconocible, un estribillo que se queda clavado y un drop que le da a todo un envoltorio más nostálgico.
Y el vídeo oficial también está realizado con gusto: Soraya no se lía (aunque últimamente anda muy acertada de aesthetics por norma general en los clips) y cuenta una historia sencilla con varios looks y una buena localización. No busca complicar las cosas porque la clave aquí es que se entienda el concepto de ying y yang, el punto de nexo, y sobre todo, que el pelazo de su peluca se mueva al viento como sólo lo conseguiría Pocahontas.
Sé que prepara un álbum con sus dos perfiles. Pero no es tarde para replantearse un EP latino si quiere quitarse el chuchu de lanzarlo y regalar a los fans otro álbum con su mejor sí misma: la dance-pop.
Será tu rollo si: consultas la lista dance británica todas las semanas; este verano te ha resultado ‘brat’ hasta un simple mojito; necesitas darle salida a la bola de luces led que, por algún motivo, colocaste en el baño.
