Ha pasado un día desde que Cayetana Guillén-Cuervo hiciera estallar por los aires el anuncio de comeback de La Oreja De Van Gogh, confirmando en la alfombra roja de los Premios Talia lo que ya era vox populi dentro de la industria. Al creer que la noticia del regreso de Amaia a La Oreja De Van Gogh ya había sido confirmada -por una efectiva triquiñuela de la periodista, que le formula la pregunta como confirmación (mis dieces)-, Cayetana rajaba de lo lindo asegurando que ella “lo sabía desde hace tiempo” y que había prometido, por su hijo -y ahijado de Amaia– no contar nada. Hasta que se dejó llevar y lo contó.
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Como era previsible, la situación ha tenido dos consecuencias que curiosamente ya avancé en el post sobre el desliz: que Cayetana intentaría retorcer la narrativa de forma imposible para justificar lo dicho y que Amaia Montero le haría un unfollow en redes sociales de forma inmediata. Check. Check.
Así ha intentado Cayetana lanzar balones fuera sobre lo dicho:
“Ante la repercusión de mis declaraciones sobre un supuesto regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh, quiero aclarar lo sucedido y pedir disculpas por la confusión que se ha podido generar. Nada más lejos de mi intención.
Durante la fiesta de nominados de los premios Talía, mientras atendía a los medios de comunicación, la periodista me comunicó: “sabemos que eres muy amiga de Amaia Montero y ha vuelto a la Oreja de Van Gogh, queríamos saber qué pensaste cuando salió esa noticia.” Desde la emoción, el amor y la admiración profunda que siento por ella, respondí ilusionada recordando una conversación entre amigas en la que expresó con cariño su deseo de volver a la música, pidiéndome que no trascendiera, porque no sabía ni cuándo ni cómo.
Mi respuesta a la prensa fue desde la inocencia, la ilusión y el amor que siento por ella. Lamento profundamente que mis palabras hayan provocado toda esta situación. Me siento muy triste por lo ocurrido y pido disculpas de todo corazón.”
Claro, Caye, Amaia te había hecho jurar, por tu hijo, que no contarías jamás que iba a volver a la música. Una noticia que ella ya había confirmado a Tardear apenas días después de la salida de Leire, hace casi medio año. Curioso juramento ese, como si el destino de una cantante no fuera el de volver a la música. Imaginamos a los amigos actores de Cayetana haciéndole promete que no contaría a nadie que pretendían actuar durante los siguientes años.
Es lógico que Cayetana esté triste porque la cagada fue eso, una cagada. Pero hubiera sido una que no se hubiera dado que haber, La Oreja De Van Gogh, confirmado la noticia cuando tenía previsto hacerlo. El backlash de la salida de Leire y el posterior anuncio de que ella tendría una carrera en solitario (intensificado con la promo de su debut, Mi Nombre, que ha llevado a mayor backlash hacia el grupo) les ha llevado a estirar el chicle hasta que ya es insostenible. El comeback en directo se venderá, sin un ápíce de duda, pero se recordará como una épica chapuza malqueda a muchos niveles.
Por descontado, en sólo unas horas Amaia Montero ha dejado de seguir a la que era una de sus amigas íntimas. Cayetana no aparece ya en su listado de amigas en Instagram, aunque sí lo hiciera durante la mañana del día de ayer. Es decir, que su cabreo fue increscendo durante la jornada. Idoia Montero, hermana de Amaia, aún sigue a Cayetana en redes. Y Cayetana mantiene su follow a Amaia a pesar del brote.
Si de verdad los cuatro señoros de La Oreja De Van Gogh y su promotora y agencia de management cree que está en situación de salir de gira por España y América, a mí que me expliquen cómo exactamente.
