Cuando Mariah Carey anunció que colaboraría con Ariana Grande para su especial navideño, el universo Stan Twitter salió a aplaudir y a ponerle a Santa Claus, al lado de la chimenea, un vaso con leche, unas galletas sin gluten y una peluca, en caso de que tras el estreno considerara que era lo suyo lanzarla al fuego.
Pero claro, Mariah es Mariah y tiene sus Mariahisms. Y estos provocan situaciones tan fantasía como la de ‘Oh Santa’, la canción que las reúne en el estudio de grabación. Para empezar, Carey se guardó las espaldas llamando también a Jennifer Hudson a colaborar en la canción. Tendría sentido que quería montar un trío para darle al tema su rollito del girlband sixties. Pero hablamos de Mariah: Hudson está ahí para quitarle peso vocal a Ariana.
De modo que en ‘Oh Santa’ Ariana tiene unos versos bastante poco provechosos en sus solos, mientras que Hudson se luce lo suyo en los ad-libs. Pero al mismo tiempo, Ariana tiene muchos más planos y Jennifer Hudson hay veces que ni está enfocada cuando hacen un plano medio. Resumen: la que canta menos sale más y la que canta más sale menos. Porque si no, Ariana Grande acabaría al nivel de Mariah Carey y esto es un maldito vídeo de Mariah Carey.
De modo que ahí está la diva con su raja en la falda, su raja en el escote, sus 10 centímetros extra gracias a que en pospo han estirado su imagen hasta límites insospechados como si fuera ella Reed Richards, no dejando que nadie le robe el foco. “Los focos a mí persona”, parece estar diciendo durante todo el clip.
Pero al final, da la sorpresa, y permite a Ariana Grande armonizar con ella unos whistle notes. Y Mariah cede un poco de ego para sumar mayor fantasía, esta vez musical y no humorística. Y Jennifer Hudson ni está ni se la espera en el plano. Y eso que, si lo pensáis, es ella la que estaba en la grabación: Carey interactúa tocándola incluso mientras que Ariana, que grabaría esto desde el parking de Mediaset, intenta hacer como que las ve y sonríe. Y lanza besos. Pero allí no estaba. Allí lo único que había era una silla con sus siglas y una Mariah calculando qué darle y qué no.