Bienvenidos a ‘¡Elígeme!’, la sección de la web en la que homenajeamos a aquellos álbum tracks que tenían suficiente valía para ser singles, pero fueron sustituidos por otros lanzamientos, en ocasiones mejores, en otras ocasiones más discutibles.

Hoy echamos la vista atrás hasta 2009, cuando uno de los potenciales singles del ‘Reality Killed The Video Star’ de Robbie Williams se quedaba en el cajón en favor de los más accesibles.  

Veamos por qué se quedó en el archivo:

La canción

En el año 2009, Robbie Williams tenía una papeleta complicada al frente: tenía grabado un álbum que finalmente descartaría en favor de ‘Reality Killed The Video Star’. Un disco, el que no lanzó, que a largo plazo dijo que hubiera supuesto un “suicidio profesional”. Y es que Robbie venía de sufrir las consecuencias del más o menos fallido ‘Rudebox‘, que aunque movió cifras que la mayoría quisieran para sí, no estuvo a la altura del impacto comercial habitual de Williams en el Reino Unido. Necesitaba material de comeback, no de seguir jugueteando.

Y así, se gestó este álbum junto a Trevor Horn, responsable de hits como ‘Can’t Fight The Moonlight’ de LeAnn Rimes, ‘Without Me’ de Eminem, ‘All The Things She Said’ de tATu o la propia ‘Video Killed The Radio Star’, que grabó con su banda, The Buggles. El disco intentaba captar la idea del Robbie del pasado y del futuro, para olvidar los fantasmas del Robbie experimental.

Sin embargo, el tracklist se guardaba algunos ases bajo la manga: Robbie mantuvo algunos guiños a la electrónica, como el de la canción que nos ocupa, ‘Difficult For Weirdos’, que había compuesto con la intención de celebrar las rarezas de cada uno. Aseguró, en las entrevistas de la época, estar convencido de que “todos somos raros, y los más raros son aquellos que se consideran normales”.

En ‘Difficult For Weirdos’ hablaba de lo cansado de tratar de encajar en el molde y se celebraba como ‘freak‘. Una de las motivaciones que tuvo para escribir el tema fue el visionado de un documental de The Clash, en el que uno de sus miembros, Joe Strummer, trataba de aleccionar sobre qué era y qué no era ‘música‘. Williams decidió rebelarse contra esa visión encorsetada de lo que estaba bien y mal.

La canción tiene una composición muy Robbie Williams de los dosmiles -los versos cortos fraseados, la letra retorcida e imposible-, pero cuenta con una producción muy Pet Shop Boys, con los que tanto Horn como Williams habían trabajado también con anterioridad.

¿Por qué no se lanzaría?

Porque seguramente la discográfica no quiso correr ningún riesgo innecesario en el momento en el que Robbie debía recuperar público. Bastante arriesgado fue ya el primer single, ‘Bodies‘, que aún destilaba alguna pequeña reminiscencia del álbum anterior, aunque era claramente una apuesta más clásica.

Williams había estado haciendo campaña construyendo, en los meses anteriores al álbum, una estrategia de comeback solvente. Había regalado un recopilatorio de hits en directo con The Mail On Sunday, reaparecido en un ‘The X Factor’ que estaba en techos de audiencia para no sólo cantar sino colaborar con sus concursantes, y todo estaba planificado para que Robbie Williams fuera percibido más Robbie Williams que en 2005/2006. Porque hablamos del resbalón de ‘Rudebox‘, pero ya la era ‘Intensive Care‘ le dio bastante mala prensa también el año anterior.

Por tanto, algo como ‘Difficult For Weirdos’ estaba fuera de la mesa de debate. De hecho, ya nos sorprendió que ‘Last Days Of Disco’ se publicara, aunque lo hizo como cuarto single, de modo estrictamente promocional y un tanto de tapadillo para mover sus remezclas en la escena más club.

¿Por qué single debió cambiarse?

Sinceramente la hubiéramos cambiado por ‘You Know Me’, que fue el segundo single. Nunca hemos sido especialmente fans de ese doo-wop para Robbie Williams, nos parecía absolutamente cursi y el disco iba, en general, por otros derroteros no tan Motown. Los otros dos singles del álbum los vimos acertados, ‘Bodies‘ por lo inmediato y enérgico y ‘Morning Sun’ porque estaba dedicada a Michael Jackson -que fallecía meses antes-, era una balada preciosa muy marca de la casa y era una propuesta habitualmente funcional para Robbie.

En cualquier caso, nos da la impresión de que con ‘Reality Killed’ quedó bastante material de peso fuera de la rueda del álbum: ‘Do You Mind’ tenía ese radio appeal indiscutible, ‘Blasphemy‘ era un caramelito de Guy Chambers para cualquier fan del Williams de los inicios (se compuso en 2002, de hecho)… en fin, un álbum para exprimir con más ganas. Y eso que cumplió: vendió más de un millón en el Reino Unido y levantó las cifras de los predecesores, que era su objetivo principal.

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